Medios de comunicación de la mafia

De: Frans Bollack

Narrado por: Virtual Voice

Duración: 40 m

Resumen del Editor

El auge de las redes sociales en los últimos 15 años ha sido asombroso y ha dado voz a miles de millones en todo el mundo que habrían vivido toda su vida y nunca habrían sido escuchados. Pocos fuera de la comunidad de programación entienden el modelo de negocio de las redes sociales y, lamentablemente, muy pocos en el gobierno. Las redes sociales en esencia pueden ser muy sociales, pero la cantidad de conexiones que se pueden establecer no está regulada y, en determinadas circunstancias, puede conducir a la desindividuación. El derecho de las personas a la libertad de expresión, garantizado por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, es una parte importante de las libertades individuales junto con el derecho al acceso a Internet. Esto es aprovechado por Meta y otras empresas de redes sociales a nivel mundial, ya que las personas se sienten libres de expresarse, pero cuando se analiza psicológicamente, las plataformas de redes sociales no reflejan la interacción humana y el comportamiento social en la vida real. Estamos cognitivamente predispuestos a conocer y comunicarnos con sólo unas 150 personas en un momento dado, y el ser humano promedio sólo puede memorizar unas 5.000 caras. Por lo tanto, la gobernanza y el diseño de las redes sociales pueden ser mentalmente perjudiciales para los usuarios y provocar un malestar social masivo. Las empresas de redes sociales han sido protegidas incorrectamente en los EE. UU. por la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996, que nunca tuvo como objetivo proteger a las organizaciones sino a los individuos. Las plataformas de redes sociales son organizaciones que se benefician de la venta de publicidad y algoritmos que promueven información que tiende a aumentar las ganancias. Con una falta de responsabilidad y supervisión, esto ha resultado en problemas de salud mental de los usuarios, malestar público y obligando al periodismo auténtico a convertirse en entretenimiento, noticias de estilo tabloide. Con inteligencia artificial, las plataformas de redes sociales pueden suspender cuentas por actividades que no sean de opinión, difamatorias o falsas por naturaleza y deberían hacerlo, hasta que puedan ser moderadas por un representante de la organización.Desafortunadamente, la gran mayoría de los gobiernos han hecho la vista gorda ante la administración de las plataformas de redes sociales, el impacto negativo que tienen en el comportamiento humano y la promoción algorítmica de la desinformación y la difamación que ocurre en estas plataformas. Los gobiernos deben considerar que estas plataformas contienen muy poca comunicación real, ya que la mayor parte es hipertexto no verbal, lo que puede generar una confusión masiva, y deben reconocer que esto ha llevado y conducirá a malestar público cuanto más tiempo permanezcan sin control. Los sitios de redes sociales pueden poseer datos de los usuarios, pero son responsables de la interfaz que se utiliza, supervisan el comportamiento de los usuarios individuales y el 100% del contenido que cruza sus servidores. Los gobiernos deberían tener un interruptor de apagado de Internet que ayude a proteger a los estados contra ataques cibernéticos para la defensa nacional, ya que es imposible garantizar la seguridad pública en el mundo actual sin una herramienta de este tipo. A medida que la adopción de Internet y las herramientas de inteligencia artificial se vuelvan cada vez más ubicuas, Internet también lo hará, lo que significa que la susceptibilidad a acciones nefastas aumenta junto con una mayor adopción. Si cree que las restricciones en las plataformas de redes sociales son innecesarias, no dude en abrir su propio sitio de redes sociales, alojarlo, desarrollar la aplicación, registrarla en Google Play Store y presentar una solicitud ante la FCC.