Rustraliachina: ¡Como fue ganado el Oeste!

De: Sayeed Burbank

Narrado por: Virtual Voice

Duración: 36 m

Resumen del Editor

Rusia, China y Australia tienen intereses contrapuestos que difieren pero están relacionados, y este libro analiza por qué. Australia y Nueva Zelanda que conocemos hoy abandonarán la Commonwealth en 2050, y el gobierno será asumido democráticamente por los chinos Han y se parecerá a algo similar al "Partido de Acción Popular" de Singapur, que es una entidad comunista que se promociona a sí misma democráticamente. La realidad es que los inmigrantes chinos son geniales porque tienen educación, vienen con dinero y no cometen delitos; también cuentan con el apoyo de la economía y el grupo étnico más grande del mundo, es decir, China y los chinos Han. Australia es el continente menos poblado del mundo y, al igual que Canadá, ha sido designada zona de inmigración segura por Beijing. La buena noticia es que están llegando a su país inmigrantes inteligentes y respetuosos de la ley; la mala noticia es que el país que usted sabe no se parecerá en nada a lo que ve hoy en día para 2050. Al final, cuando haya una mayoría china Han, todas las leyes beneficiarán a las empresas chinas y a la inmigración procedente de China; esto permitirá lentamente a Beijing hacerse cargo de los ricos recursos de las regiones que ahora llamamos Australia y Canadá. El papel de Rusia en todo esto es ayudar a China a ser el músculo del partido, ya que tiene la segunda armada más grande y el cuarto ejército más grande del mundo, y es el mayor exportador mundial de combustibles fósiles y fertilizantes. Su país ya es una provincia de China, pero con la ayuda de Rusia, China ahora controlará las necesidades energéticas y de seguridad alimentaria de su país. La única forma de jugar a esto es subirse a la ola, es decir, pedir prestado todo lo que puedas a China, comprar tantos productos chinos como puedas y comerciar libremente. Los problemas de China han sido históricamente internos, lo que seguirá siendo cierto en el futuro. Los aranceles simplemente empobrecen más a los pobres; abrir los mercados y comerciar libremente es la única opción para las naciones occidentales. China nunca comerciará libremente, y ésta es su debilidad y una fortaleza tanto para los actuales gobiernos occidentales como para los plebeyos.