Vlad

De: Kathrin Sartori

Narrado por: Virtual Voice

Duración: 1 h y 3 m

Resumen del Editor

Ucrania lleva tres décadas siendo un tapón de seguridad para Europa, y si la OTAN la quisiera como parte de la alianza, ya la habría dejado entrar. El presidente Putin ha venido a jugar, y él y el resto de Rusia no tienen nada que perder . El principal ganador de todo esto será China, ya que reconstruirá toda la región, se beneficiará mucho de los préstamos y podrá usar la guerra para desviar la debacle de COVID19 que ellos mismos crearon. Al menos ahora, conocemos la verdadera intención detrás de la liberación de COVID19, y debemos esperar acciones militares similares en el este de Asia pronto. A la mayoría de los occidentales no les importa lo que está sucediendo en Ucrania, y personalmente siento que cualquier acción que no sea recibir refugiados ucranianos y sancionar tanto a Rusia como a China es una pérdida de tiempo. Para aquellos que son lo suficientemente poco inteligentes como para quedarse en ambos países, deberían lidiar con sanciones económicas y derrocar a sus propios gobiernos. Ucrania es solo un pedazo de tierra; hay mucha tierra en la Tierra. Los rusos y los chinos son inteligentes; si no derrocan a sus gobiernos, pueden vivir en la miseria y la pobreza con sus líderes. El movimiento más inteligente es sacar a todos de Ucrania y hacer que todas las naciones del mundo sancionen todos los productos rusos y chinos durante muchas décadas. Sabemos desde hace milenios desde la muerte de Julio César que los hombres fuertes se matarán unos a otros, entonces, ¿por qué no jugar el juego? Podemos enfrentar a Irán y Venezuela con Rusia, y podemos aumentar la riqueza de la India convirtiéndola en la planta de fabricación del mundo democrático. Sin comercio y apoyo, cualquier gobierno puede colapsar; por lo tanto, la forma más fácil de poner de rodillas a Rusia y China es prohibir el comercio con ellos, usar blockchain para certificar la autenticidad de los productos que se compran y castigar a los partidarios de Putin y Xi.

Estamos doblemente armados si luchamos con fe.
-Platón