Episodios

  • De rey del cachopo a asesino (Dossier Negro sin interrupciones) - Episodio 77
    Jul 16 2024
    Presumía de vasco, pero era madrileño. Se jactaba de tener amistades de alto copete para medrar en la política, en el periodismo, como empresario del sector de la hostelería… Pero todos sus proyectos, que tenían un inicio fulgurante, acabaron en denuncias por impagos, deudas a proveedores y la súbita desaparición de César Román.
    En 2016 hizo realidad su sueño más ambicioso. Triunfó como responsable de una cadena de restaurantes especializada en platos asturianos, entre el que destacaba un filete empanado relleno de jamón y queso, el cachopo. Pero también este proyecto tuvo un mal final: la muerte y descuartizamiento de de su pareja, la joven mulata hondureña Heidi Paz.
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    1 h y 29 m
  • Hojas de acacia sobre su cadáver (Dossier Negro sin interrupciones) - Episodio 76
    Jul 9 2024
    A Déborah Fernández-Cervera Neira le faltaban tres días para cumplir los 22 años cuando despareció durante un paseo por la playa de Samil en Vigo. Estuvo diez días desaparecida. Su localización no fue la esperada por la familia. La chica fue hallada muerta a 60 kilómetros de su casa en los márgenes de una carretera.
    Su cuerpo estaba desnudo y quien la abandonó allí montó con ella una escenografía macabra. La dejó desnuda en posición fetal, arrojó junto a ella un preservativo usado y le introdujo semen artificialmente una vez muerta con ánimo de despistar a los investigadores.
    El caso ha sufrido cierres y reaperturas. Actualmente, vuelve a estar archivado provisionalmente y sin esclarecerse 20 años después de los hechos. La familia se siente abandonada por la justicia en su conjunto.
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    1 h y 25 m
  • El asesino del párking (Dossier Negro sin interrupciones) - Episodio 75
    Jul 2 2024
    En enero de 2003, la policía de Barcelona buscaba desesperadamente identificar y detener a un asesino en serie del que apenas se tenía pista solvente alguna. El psicópata había matado violentamente dos mujeres, exactamente en el mismo lugar: el último rincón del quinto sótano del párking de la calle Beltrán 28 de Barcelona, en el barrio del Putxet, y con solo once días de diferencia. El modus operandi de ambos crímenes era similar y todo apuntaba a que un tercer cadáver podía aparecer en cualquier momento.
    Bajo una presión insoportable, los agentes buscaban el sospechoso casi a ciegas: un chico joven, delgado, vestido con una cazadora con hebilla y con el pelo corto. El perfil era demasiado genérico, imposible de precisar. Hasta que se detectó una peculiaridad: parecía que presentaba un principio de calvicie en la zona occipital, la coronilla.
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    1 h y 12 m
  • Caso Obregón (y III): “Quitarnos el muerto de encima” - Episodio 74
    Jun 18 2024
    El acusado, Emilio Álvarez Garzón, dijo durante la instrucción del caso que una vez hubo arrebatado la vida al joven profesor cántabro Borja Obregón su prioridad fue cómo quitarse “el muerto de encima”. Para ello contó con la ayuda del otro encausado, el colombiano Nelson Lozano, que colaboró en ello cargando el cuerpo en el maletero del coche de su amigo.

    Durante el juicio, celebrado en junio de 2007, afloraron incógnitas inquietantes que debían despejarse como quién fue la mujer que llamó por teléfono a Emilio días antes del crimen para decirle que su esposa tenía una aventura con Borja o si el profesor estaba todavía vivo cuando lo llevaron hasta el acantilado desde donde lo arrojaron al mar. Al parecer, la novia del joven recibió una llamada desde el móvil de la víctima a una hora en la que se suponía que ya había fallecido.

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    32 m
  • Caso Obregón (II): un cadáver en lo más profundo - Episodio 73
    Jun 4 2024
    El profesor cántabro Borja Obregón, de 29 años, fue asesinado en 2005 por el carpintero Emilio Álvarez porque daba por hecho que el docente tenía una aventura amorosa con su esposa. Ella trabajaba en el mismo colegio que la víctima, el Gerardo Diego, de Santa María de Cayón. La Guardia Civil está convencida de que tales celos eran infundados, al menos en lo referido al asesinado.
    Tanto el carpintero como el ciudadano colombiano, Rubin Nelson Lozano, que le ayudó a cargar el cadáver en el coche, aseguraron que arrojaron a Borja al mar Cantábrico desde un acantilado, pero la imprecisión de sus declaraciones y la aparición de una vidente llegada de Barcelona, llevó a la familia y amigos a buscar el cadáver por tierra y mar.
    El cuerpo del profesor tardaría varios meses en aparecer y lo haría muy lejos de Cayón.
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    32 m
  • Caso Obregón (I): ¿dónde está el profesor? - Episodio 72
    May 21 2024
    Borja Obregón Becerril, de 29 años, era profesor de primaria en el colegio Gerardo Diego de Santa María de Cayón, en Cantabria. Con planes para casarse muy pronto, voluntario en la Cruz Roja y entregado a su labor docente, el 20 de octubre de 2005, y teniendo un comportamiento del todo fuera de lo común en él, no fue a dormir a casa ni se presentó por la mañana a dar clases.

    Su familia muy alarmada –todavía vivía en casa de sus padres- se movilizó para dar con Borja. Fueron pasando las horas. Se habló con el colegio, donde nada sabían de él, y se contactó con la Guardia Civil. Finalmente, se dio con el coche del profesor cerca del domicilio de un carpintero que le estaba preparando un proyecto de cocina y que lo recibió en su garaje. Ese fue el último lugar donde los testigos situaron al desaparecido.

    Una serie de coincidencias dotaron al asunto de un barniz inquietante: el carpintero era el marido de una compañera de trabajo de Borja. Ambos eran profesores en el colegio Gerardo Diego. Al día siguiente de la desaparición, la mujer mantuvo una entrevista con la Guardia Civil en la que hizo unas sorprendentes y turbadoras revelaciones.
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    33 m
  • El Rambo de Requena (y III): jaque mate - Episodio 71
    May 7 2024
    En la primavera de 2020, los habitantes de las poblaciones de las comarcas limítrofes de Valencia y Teruel tenían dos motivos de honda preocupación: la evolución de los afectados por el virus covid-19, que les obligaba a permanecer en sus casas, y las andanzas de Pedro Lozano, conocido como el Rambo de Requena, un ladrón que ocupaba casas y robaba víveres. El Rambo iba armado, por lo que se consideraba que era un delincuente potencialmente peligroso. En uno de sus asaltos llegó a disparar contra un viticultor, si bien lo hizo con cartuchos de fogueo. Sin embargo, una vez localizado en la villa turolense de Muniesa, y acorralado por dos miembros de la Guardia Civil, Lozano disparó a matar y malhirió a uno de los agentes. El fantasma de Igor el Ruso, un pistolero serbio que en 2017 mató a un joven ganadero y a dos guardias civiles, puso en alerta a las autoridades policiales. Más aún cuando el Rambo se dirigió a la misma población donde Igor el Ruso cometió sus crímenes: Andorra, la capital de la comarca de Sierra de Arcos. Había que detener al Rambo inmediatamente y se pusieron todos los medios para conseguirlo.
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    40 m
  • El Rambo de Requena (II): el fugitivo invisible - episodio 70
    Apr 23 2024
    En los primeros meses de 2020, un misterioso individuo mantuvo en vilo a los habitantes de las comarcas de los Serranos y de la Foia de Buñol, en el interior de Valencia. Ocupaba casas, hacía acopio de víveres y robaba vehículos a punta de escopeta.

    Por su habilidad en camuflarse y desaparecer por los bosques y montes de la zona, los medios de comunicación lo bautizaron como el Rambo de Requena. Y el Rambo hizo honor a su apodo burlando una y otra vez los controles de la Guardia Civil.

    Cuando el Gobierno español decretó el estado de alarma para contener la espiral de contagios provocados por el virus covid-19, las fuerzas del orden concentraron sus esfuerzos en garantizar la aplicación de las medidas extraordinarias que se decretaron y relajaron la persecución del fugitivo.
    Las apariciones esporádicas del Rambo de Requena se mantuvieron en plena pandemia y cada vez fueron más agresivas. En la aldea de Ahillas, llegó a disparar a bocajarro al viticultor Juan José Martínez, a quien le intentaba robar su coche.

    La víctima, sin embargo, no sufrió ni un rasguño. En una casa ocupada por el Rambo se descubrió que vaciaba meticulosamente los perdigones de los cartuchos que cargaba en su arma. En realidad sus disparos eran de fogueo.

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    30 m