Durante la mitad de la vida, entre los 35 y los 49 años, ocurren una serie de tránsitos astrológicos que marcan un antes y un después. Estos tránsitos, activan una serie de eventos que nos conducen inexorablemente a evaluar el camino recorrido hasta el momento. Se nos desafía a reflexionar si hemos construido nuestra vida sobre bases sólidas, o si, por el contrario, es producto de vivir en piloto automático, sobre la base de sueños y motivaciones que no son propios, y que obedecen a lealtades familiares. Es un momento de confrontación y de desafío, que nos pide ser honestos con nosotros mismos, para estar más cerca del propósito del alma y de una vida más auténtica. ¿Sabes de lo que te hablo? Déjame saberlo en la sección de preguntas tus comentarios.-