Se cumplen 3 años del asesinato de Samuel Luiz, el joven de 24 años que recibió una paliza mortal, de extrema crueldad y de carácter homófobo, a la salida de un local de ocio nocturno en La Coruña. Siete personas fueron detenidas, dos de ellas menores. Estos dos menores están a seis meses de cumplir su condena, de tres años y medio de internamiento. Los cinco adultos implicados todavía están pendientes de juicio. Uge Sangil, presidenta de la Federación Estatal LGTBI+, recuerda que "Samuel está muy presente entre nosotros. Fue un golpe muy duro para el colectivo. Seguimos pidiendo justicia por Samuel". Y espera que la sentencia sea "ejemplarizante": "La sentencia va a ser clave para avanzar en la prevención de los delitos de odio". Y recuerda que los delitos de odio han aumentado: "Las cifras son preocupantes y en esto tienen que ver los discursos de odio, que siguen creciendo". E insiste Sangil en la necesidad tanto de cambiar el protocolo de denuncias ("Hay que hablar más con las víctimas") como de concienciar a la ciudadanía para que denuncien: "Hay que acercar las comisarías a los ciudadanos y mostrarles que están ahí para protegerles y que no tengan miedo a denunciar", añade.

Hoy, el Consejo de Ministros atiende una reivindicación histórica de los más de 10.000 médicos que trabajan en nuestro país en urgencias y emergencias: el reconocimiento de su especialidad. Pascual Piñera, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, celebra que "por fin se podrá trabajar con una formación reglada en los servicios de urgencia. No tendremos que estar autoformándonos. Todos adquirirán las mismas competencias". Hasta ahora, la fuente de recursos humanos del servicio eran los médicos de familia. Con el reconocimiento de la especialidad, los médicos de urgencias recibirán una formación específica en los últimos años de Medicina de Familia, lo que permitirá saber quién se destinará a una especialidad o a otra antes de terminar la formación, y ajustar así mejor las necesidades del servicio. Un servicio que, recuerda, Piñera, urge "actualizar a la situación real y dotarlo de forma adecuada para que podamos ser autónomos" y no depender tanto de las sustituciones, como ocurre cada verano.

La importancia de la programación en el mundo digital en el que vivimos es indiscutible. El aprendizaje en esta área de conocimiento se dibuja como una apuesta segura para conseguir un trabajo en el actual mercado laboral, pero más allá de la formación reglada hay alternativas para aprender a programar desde cero. Hoy conocemos la propuesta de Fundación Telefónica: Campus 42. Se trata de un espacio abierto las 24 horas del día, los 365 días del año, es gratuito y en él se puede aprende a programar con el método "peer to peer" o red entre iguales, sin profesores. El único requisito es ser mayor de edad y tener ganas de aprender.