• Paco Rabal, el buen compañero

  • Apr 16 2024
  • Duración: 10 m
  • Podcast

Paco Rabal, el buen compañero  Por  arte de portada

Paco Rabal, el buen compañero

  • Resumen

  • Rabal es Azarías y su Milana bonita. Es el torero Juncal y su gracejo a la antigua. Es el director de cine salido que acosa a las actrices desde su silla de ruedas en Átame Es Goya; es Ginés en Truhanes. Es Jorge en Viridiana, e Hyppolite en Belle de Jour. Más de 200 películas. Más de 20 participaciones en series televisivas. Pero, sobre todo, Paco Rabal era de Águilas. Nunca desaprovechaba ocasión para hacer bandera de su tierra, que abandonó a la edad de seis años. De padre minero y madre molinera, la familia buscó la prosperidad en Madrid. Paco fue un niño-adolescente que ya se ganaba la vida en la capital en oficios sin mucha pompa. Vendiendo golosinas primero y después en una fábrica de bombones. Por la noche se sacaba sus estudios en el Colegio Nuestra Señora del Recuerdo. Como mucha gente sabe, Rabal llegó al cine por la electricidad. Era ayudante de aquello de los cables y demasiado buen mozo para pasar desapercibido: enseguida hizo de extra. Rafael Gil le da sus primeras frases. En el 47 llega su papel protagonista en Sor Intrépida. Ese mismo año se enamora de Asunción Balaguer a quien conoce en la Compañía de Teatro Lope de Vega. Sus grandes valedores para estrenarse en las tablas son Dámaso Alonso, Luis Escobar y José Tamayo. Paco también fue Enrique III, Edipo y Julio César, entre otros muchos papeles. A Paco le costó mucho el oficio de la fidelidad. De hecho, la agencia de contratación que montó la familia Rabal se denominaba “Picaflor”. El actor asumía con naturalidad su defecto. Con la misma naturalidad se marchaba a rodar en inglés: Pero Paco ¿tú sabes inglés? No, pero tengo buena memoria. Buena es quedarse corto. La memoria de Paco siempre fue prodigiosa. Aliada perfecta para trabajar tantas décadas en grandes producciones. La de los 70, quizá, fue la más floja. El actor andaba medio acomplejado por la cicatriz que le dejó un accidente de coche. Él y Emma Penella volvían de alguna fiesta nocturna en un Mercedes. Era el año 1963. Lo primero que dijo cuando se miró al espejo: ¿Y qué voy a hacer ahora si soy actor? Pues lo que hizo fue de la necesidad virtud y ya es imposible imaginarle sin esa enorme cicatriz. El siniestro fue tremendo. Casi muere desangrado. No perdió un brazo gracias a la pericia de un doctor que recomendó Buñuel. Luis y Paco siempre fueron grandes amigos. Al final de su vida escribió poesía y un estupendo libro de memorias. El actor siempre tenía mil anécdotas y chascarrillos que recordar. En un documental les cuenta a sus nietos como llegaba a casa de madrugaba, levantaba a Asunción para que les hiciese un arroz a él y a sus amigos artistas. No contento con eso, levanta a los hijos: “No podían desaprovechar la ocasión de escuchar a personas tan inteligentes. Paco regresó siempre a la cuesta de Cos. Invitó a mucha gente del cine y se empeñó en que sus hijos disfrutasen la costa aguileña. Esos atardeceres, ese olor a mar que marca carácter. En el año 74 organizó la oposición frente a la instalación de una Central Nuclear en Marina de Cope. Lograron que se retirara el proyecto. Rabal siempre fue un hombre de izquierdas y pregonaba a sus hijos y nietos, que lo importante de esta vida es ser respetuoso con los compañeros de trabajo y de la vida. Por eso, quizá, todos lo querían y hasta la gran Asunción Balaguer soportó estoicamente sus correrías. A ella la conocí. A él también. De hecho, en una época sin móviles, tengo una foto con Paco en blanco y negro, que tomó algún compañero de la prensa. Paco era dicharachero, espontáneo, fiestero y un actor serio y riguroso que al final de sus días se convertía en sus personajes. Confiesa en alguna entrevista que vivió como Azarías mucho después que finalizase el rodaje de los Santos Inocentes. Paco, mal marido, grandioso actor, de voz sólida y grave, como el ronroneo de un gato, como el estertor en la madrugada. Murió volviendo a Burdeos donde pasó sus últimos días, quizá emulando a Goya. Acababa de recoger un premio en Montreal.
    Más Menos
activate_primeday_promo_in_buybox_DT

Lo que los oyentes dicen sobre Paco Rabal, el buen compañero

Calificaciones medias de los clientes

Reseñas - Selecciona las pestañas a continuación para cambiar el origen de las reseñas.