Esta es una película colombiana cruda, sin tanto folclor y una alegría forzada, esta es un poco más oscura y fría, representa la corrupción, la violencia, las luchas de poder, la triste sociedad, el amor y la muerte que se presentan en medio de constantes traiciones, en fin, un poco de esto y un poco de aquello de lo que también es esta tierra tricolor. Con esta gran producción que por supuesto les invitamos a ver, retomamos el ciclo C en Peregrino Errante que abandonamos con uno de los mejores episodios “Pájaros de Verano”, en el cual resaltamos lo que ha producido este hermoso platanal.

En capítulos anteriores les comentamos la importancia del cine colombiano; sin embargo, después de casi 18 meses sin hablar de películas, hemos perdido un poco la práctica. Así que, para entrar en calor, hoy trataremos de develar un misterio de una película muy taquillera; así que aquí vamos de nuevo.

Dos años de sabrosura, dramas y mucha creatividad.

En esta ocasión Dayany, Lina y Laura queremos hacer un espacio para compartir con ustedes lo que para nosotras sería una charla de terapia, por decirlo así, en esa que echas chisme y fuego. Y lo que nos trae esta noche es, nada más y nada menos, que el tema del amor en tiempos modernos.

La coraza del ego puede ser a veces de un material tan frágil, que basta a penas una palabra en la dirección incorrecta para que se eche a perder. Este episodio nació de la mente de Laura Tejedor.

No te odio, no te deseo mal, sé que en parte fue mi culpa el haberme quedado tanto, claro que ayudaron tus ambivalencias, y engañarme con sentimientos que no estaban ahí, con promesas, así como palabras vacías… Sólo quiero que lo sepas; que jamás pases por esas carencias, y que estés bien.