Sin una meta, no se puede lograr el verdadero éxito. Una de las mejores definiciones de éxito que he escuchado es más o menos así: El éxito es la realización progresiva de un ideal encomiable. Alguien ha dicho que el problema de no tener una meta es que podemos pasar la vida ocupados sin lograr nada que valga la pena.

Nuestra jornada hacia el futuro no será una carretera llana que se extienda de aquí a la eternidad; por el contrario, habrá bifurcaciones y bocacalles, y, naturalmente, baches inesperados. Debemos orar a diario a un Padre Celestial amoroso que desea que triunfemos en la vida.

Por el Presidente Thomas S. Monson, En busca de tesoros, conferencia general Abril 2003

Afuera se encuentra actualmente sirviendo jovenes que han puesto de lado sus propios proyectos de vida para ir y predicar el evangelio restaurado de Jesucristo, este pequeño episodio es solo un tributo al esfuerzo incansable de hombres y mujeres que estan sirviendo una mision de regla.

Tomado del discurso de el Élder Dieter F. Uchtdorf en la conferencia General de Abril de 2021 Dios entre nosotros.

Consideren el plan de salvación y exaltación del Padre Celestial, el plan de felicidad para Sus hijos. Él ha proporcionado instrucciones que revelan el camino de regreso a Él, y en el centro mismo de todo está Su Hijo amado Jesucristo y Su sacrificio expiatorio.

Este episodio enfatiza la importancia del servicio en el sacerdocio, el Elder Carlos H. Amado se vale de una historia real de un joven misionero llamado Hermelindo Coy, un misionero que sirvió a pesar de su enfermedad terminal, dejando un legado de fe y determinación. Esta historia nos anima a los poseedores del sacerdocio tanto jóvenes y adultos a servir, controlar nuestras pasiones y prepararse para futuras responsabilidades, trazando paralelos entre el sacrificio de Jesucristo y los pequeños sacrificios que se hacen en el servicio.