En 1994, el magnate Casimir Sucharsky fue brutalmente asesinado en su casa junto a dos chicas, ambas modelos. Todo quedó grabado en unas cámaras de vigilancia.

Las imágenes, aunque pobres, mostraban a un chico alto y moreno. Pablo Ibar fue detenido unos días después por una cuestión que nada tenía que ver con el asesinato, pero a alguien le pareció que ese chico se correspondía con el que había sido grabado en el domicilio de Sucharsky.

Pablo Ibar fue condenado por esas imágenes y por el testimonio de un testigo, que recibió a cambio de sus palabras una recompensa.

Tras 30 años en prisión, buena parte de ellos en el corredor de la muerte. Pablo Ibar sigue clamando justicia. La pena suprema se le conmutó por cadena perpetua, pero sigue exigiendo un juicio justo.

El prestigioso criminólogo Félix Ríos pasa por La huella del Crimen para hablar sobre su trabajo en la revisión de crímenes y desapariciones sin resolver en todo el territorio español en el Proyecto Prometeo.

Nos hemos sumergido en temas tan interesantes como los crímenes del Caso Alcasser, Macastre, Dinamita Montilla, la suplantadora Angie, cómo la policía trabajaba en los años 80 y cómo hemos avanzado a día de hoy, ¿la inteligencia artificial ayudará en la criminología?, casos que tiene en mente, le han marcado y siguen sin resolverse, ¿cómo le afecta su trabajo en su vida personal?... y mucho más.