Un Proverbio al Día

De: Radio Stereo Resurrección
  • Resumen

  • Un Proverbio al Día de la Palabra de Dios.

    “Escrituras tomadas de La Biblia de las Américas Copyright 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso; todos los derechos reservados”
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Episodios
  • Proverbios 8
    Sep 8 2024
    Un Proverbio al DíaProverbios 8¿No clama la sabiduría, y levanta su voz la prudencia? En la cima de las alturas, junto al camino, donde cruzan las sendas, se coloca; junto a las puertas, a la salida de la ciudad, en el umbral de las puertas, da voces: Oh hombres, a vosotros clamo, para los hijos de los hombres es mi voz. Oh simples, aprended prudencia; y vosotros, necios, aprended sabiduría. Escuchad, porque hablaré cosas excelentes, y con el abrir de mis labios rectitud. Porque mi boca proferirá la verdad, abominación a mis labios es la impiedad. Conforme a la justicia son todas las palabras de mi boca, no hay en ellas nada torcido ni perverso. Todas son sinceras para el que entiende, y rectas para los que han hallado conocimiento. Recibid mi instrucción y no la plata, y conocimiento antes que el oro escogido; porque mejor es la sabiduría que las joyas, y todas las cosas deseables no pueden compararse con ella. Yo, la sabiduría, habito con la prudencia, y he hallado conocimiento y discreción. El temor del SEÑOR es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco. Mío es el consejo y la prudencia, yo soy la inteligencia, el poder es mío. Por mí reinan los reyes, y los gobernantes decretan justicia. Por mí gobiernan los príncipes y los nobles, todos los que juzgan con justicia. Amo a los que me aman, y los que me buscan con diligencia me hallarán. Conmigo están las riquezas y el honor, la fortuna duradera y la justicia. Mi fruto es mejor que el oro, que el oro puro, y mi ganancia es mejor que la plata escogida. Yo ando por el camino de la justicia, por en medio de las sendas del derecho, para otorgar heredad a los que me aman y así llenar sus tesoros. El SEÑOR me poseyó al principio de su camino, antes de sus obras de tiempos pasados. Desde la eternidad fui establecida, desde el principio, desde los orígenes de la tierra. Cuando no había abismos fui engendrada, cuando no había manantiales abundantes en aguas. Antes que los montes fueran asentados, antes que las colinas, fui engendrada, cuando Él no había hecho aún la tierra y los campos, ni el polvo primero del mundo. Cuando estableció los cielos, allí estaba yo; cuando trazó un círculo sobre la faz del abismo, cuando arriba afirmó los cielos, cuando las fuentes del abismo se afianzaron, cuando al mar puso sus límites para que las aguas no transgredieran su mandato, cuando señaló los cimientos de la tierra, yo estaba entonces junto a Él, como arquitecto; y era su delicia de día en día, regocijándome en todo tiempo en su presencia, regocijándome en el mundo, en su tierra, y teniendo mis delicias con los hijos de los hombres. Ahora pues, hijos, escuchadme, porque bienaventurados son los que guardan mis caminos. Escuchad la instrucción y sed sabios, y no la menospreciéis. Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas día a día, aguardando en los postes de mi entrada. Porque el que me halla, halla la vida, y alcanza el favor del SEÑOR. Pero el que peca contra mí, a sí mismo se daña; todos los que me odian, aman la muerte.Comentarios a los Proverbios de Mattews Henry.Versículos 1-11. La voluntad de Dios se da a conocer por las obras de la creación, y por las conciencias de los hombres, pero más claramente por Moisés y los profetas. La dificultad principal es lograr que los hombres atiendan la instrucción. Sin embargo, atender las palabras de Cristo guiará al más ignorante al conocimiento salvífico de la verdad. Donde hay un corazón entendido y voluntad para recibir la verdad en amor, se valora la sabiduría más que la plata y el oro.Versículos 12-21. Aquí la sabiduría es Cristo en quien están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento; es Cristo en la palabra y Cristo en el corazón; no sólo se trata que Cristo sea revelado a nosotros sino que Cristo sea revelado en nosotros. Toda prudencia y destreza son del Señor. A través de la redención por la preciosa sangre de Cristo abundan las riquezas de su gracia en toda sabiduría y prudencia. El hombre encontró muchas invenciones para su ruina; Dios encontró uno para nuestra recuperación. Él aborrece el orgullo y la arrogancia, los malos caminos y la conversación pervertida; estos hacen que los hombres no quieran oír sus instrucciones santas, vivificadoras y humildes. La religión verdadera da a los hombres el mejor consejo en todos los casos difíciles, y les ayuda a simplificar su camino. Su sabiduría hace verdaderamente felices a todos los que la reciben en el amor de Cristo Jesús. Buscadlo a Él temprano, buscadlo fervorosamente, buscadlo antes de cualquier otra cosa. Cristo nunca dijo busca en vano. Los que aman a Cristo son los que han visto su cualidad de ser amado y han tenido su amor derramado en sus corazones; por tanto, son bienaventurados. Serán bienaventurados en este mundo o, en aquel que supera toda comparación. La riqueza obtenida por vanidad pronto ...
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  • Proverbios 7
    Sep 7 2024
    Un Proverbio al Día

    Proverbios 7

    Hijo mío, guarda mis palabras, y atesora mis mandamientos contigo. Guarda mis mandamientos y vivirás, y mi enseñanza como la niña de tus ojos. Atalos a tus dedos, escríbelos en la tabla de tu corazón. Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana, y llama a la inteligencia tu mejor amiga, para que te guarden de la mujer extraña, de la desconocida que lisonjea con sus palabras. Porque desde la ventana de mi casa miraba por la celosía, y vi entre los simples, distinguí entre los muchachos a un joven falto de juicio, pasando por la calle cerca de su esquina; iba camino de su casa, al atardecer, al anochecer, en medio de la noche y la oscuridad. Y he aquí, una mujer le sale al encuentro, vestida como ramera y astuta de corazón. Es alborotadora y rebelde, sus pies no permanecen en casa; está ya en las calles, ya en las plazas, y acecha por todas las esquinas. Y lo agarra y lo besa, y descarada le dice: Tenía que ofrecer ofrendas de paz, y hoy he cumplido mis votos; por eso he salido a encontrarte, buscando tu rostro con ansiedad, y te he hallado. He tendido mi lecho con colchas, con linos de Egipto en colores; he rociado mi cama con mirra, áloes y canela. Ven, embriaguémonos de amor hasta la mañana, deleitémonos con caricias. Porque mi marido no está en casa, se ha ido a un largo viaje; se ha llevado en la mano la bolsa del dinero, volverá a casa para la luna llena. Con sus palabras persuasivas lo atrae, lo seduce con sus labios lisonjeros. Al instante la sigue, como va el buey al matadero, o como uno en grillos al castigo de un necio, hasta que una flecha le traspasa el hígado; como el ave que se precipita en la trampa, y no sabe que esto le costará la vida. Ahora pues, hijos míos, escuchadme, y prestad atención a las palabras de mi boca. No se desvíe tu corazón hacia sus caminos, no te extravíes en sus sendas. Porque muchas son las víctimas derribadas por ella, y numerosos los que ha matado. Su casa es el camino al Seol, que desciende a las cámaras de la muerte.

    Comentarios a los Proverbios de Mattews Henry.

    Versículos 1-5. Debemos atesorar los mandamientos de Dios en forma segura. No sólo se trata de: Obedécelos y vivirás, sino de: Obedécelos como quien no puede vivir sin ellos. Los que objetan el caminar cuidadoso y estricto como innecesario y demasiado preciso, no toman en cuenta que la ley debe obedecerse como a la niña del ojo porque, indudablemente, la ley en el corazón es el ojo del alma. Que la palabra de Dios habite en nosotros y que, así, esté escrita donde siempre estará a la mano para ser leída. Así seremos resguardados de los efectos fatales de nuestras propias pasiones y de las trampas de Satanás. Que la palabra de Dios confirme nuestro horror del pecado y las resoluciones en su contra.
    Versículo 6-27. Aquí hay un ejemplo conmovedor del peligro de las lujurias juveniles. Es una historia o una parábola sumamente instructiva. ¿Alguien osará aventurarse en las tentaciones que conducen a la impureza, luego que Salomón ha puesto ante sus ojos de manera tan vívida y sencilla el peligro de siquiera acercárseles? Entonces, tal persona sería como el hombre que danza al borde de una roca alta cuando acaba de ver que otro se despeña desde el mismo lugar. La miseria de los pecadores que se destruyen a sí mismos empieza por descuidar los benditos mandamientos de Dios. Debemos orar diariamente que seamos resguardados de correr a la tentación, porque de lo contrario invitamos a los enemigos de nuestras almas a que nos pongan trampas. Evítese siempre la proximidad del vicio. Cuidado con los pecados que se dice son pecados agradables. Son los más peligrosos, porque son los que más fácilmente se ganan el corazón y lo cierran al arrepentimiento. Nada hagas hasta que hayas considerado bien el fin de ello. Si un hombre fuera a vivir tanto tiempo como Matusalén y se pasara todos sus días en las delicias supremas que el pecado pudiese ofrecerle, eso sería sobrepasado con mucho por una sola hora de la angustia y la tribulación que deben seguirlas.

    Escrituras tomadas de La Biblia de las Américas Copyright 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso; todos los derechos reservados.

    Una Producción de Radio Resurrección.
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  • Proverbios 6
    Sep 6 2024
    Un Proverbio al DíaProverbios 6Hijo mío, si has salido fiador por tu prójimo, si has dado promesa a un extraño, si te has enredado con las palabras de tu boca, si con las palabras de tu boca has sido atrapado, haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo: ve, humíllate e importuna a tu prójimo; no des sueño a tus ojos ni adormecimiento a tus párpados; líbrate como la gacela de la mano del cazador, y como ave de la mano del que caza. Ve, mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos, y sé sabio. La cual sin tener jefe, ni oficial ni señor, prepara en el verano su alimento, y recoge en la cosecha su sustento. ¿Hasta cuándo, perezoso, estarás acostado? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de dormir, un poco de dormitar, un poco de cruzar las manos para descansar, y vendrá como vagabundo tu pobreza, y tu necesidad como un hombre armado. La persona indigna, el hombre inicuo, es el que anda con boca perversa, el que guiña los ojos, el que hace señas con los pies, el que señala con los dedos, el que con perversidad en su corazón, continuamente trama el mal, el que siembra discordia. Por tanto su desgracia vendrá de repente; al instante será quebrantado, y no habrá remedio. Seis cosas hay que odia el SEÑOR, y siete son abominación para Él: ojos soberbios, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, un corazón que maquina planes perversos, pies que corren rápidamente hacia el mal, un testigo falso que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos. Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre; átalos de continuo en tu corazón, enlázalos a tu cuello. Cuando andes, te guiarán; cuando duermas, velarán por ti; y al despertarte, hablarán contigo. Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza luz, y camino de vida las reprensiones de la instrucción, para librarte de la mujer mala, de la lengua suave de la desconocida. No codicies su hermosura en tu corazón, ni dejes que te cautive con sus párpados. Porque por causa de una ramera uno es reducido a un pedazo de pan, pero la adúltera anda a la caza de la vida preciosa. ¿Puede un hombre poner fuego en su seno sin que arda su ropa? ¿O puede caminar un hombre sobre carbones encendidos sin que se quemen sus pies? Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; cualquiera que la toque no quedará sin castigo. No se desprecia al ladrón si roba para saciarse cuando tiene hambre; mas cuando es sorprendido, paga siete veces; tiene que dar todos los bienes de su casa. Él que comete adulterio no tiene entendimiento; destruye su alma el que lo hace. Heridas y vergüenza hallará, y su afrenta no se borrará. Porque los celos enfurecen al hombre, y no perdonará en el día de la venganza. No aceptará ningún rescate, ni se dará por satisfecho aunque le des muchos presentes.Comentarios a los Proverbios de Mattews Henry.Versículos 1-5. Si vivimos según nos dirige la palabra de Dios, encontraremos que es provechosa aun en este mundo presente. Somos mayordomos de nuestra sustancia material y tenemos que responder al Señor por la manera en que disponemos de ella; es malo desperdiciarla con precipitación o en planes que nos enreden en dificultades y tentaciones. El hombre nunca debe ser aval por más de lo que es capaz y está dispuesto a pagar, y puede permitirse pagar sin dañar a su familia; debe considerar cada suma de dinero por la cual esté comprometido como si fuera deuda propia. Si debemos poner todo este cuidado para que sean perdonadas nuestras deudas con los hombres, mucho más para obtener perdón de Dios. Humíllate ante Él; asegúrate de Cristo como Amigo tuyo que presente defensa por ti; ora fervorosamente que tus pecados sean perdonados, y que puedas ser resguardado de hundirte en el abismo.Versículos 6-11. La diligencia en los negocios es la sabiduría y el deber de todo hombre; no tanto para obtener riqueza mundana, sino para no ser una carga para los demás, ni un escándalo para la iglesia. Las hormigas son más diligentes que los hombres perezosos. Podemos aprender sabiduría de los insectos más viles y ser avergonzados por ellos. Los hábitos de la indolencia e indulgencia crecen en la gente. Así la vida se precipita al desperdicio; y la pobreza, aunque primero distante, se acerca paulatinamente, como un viajero y, cuando llega, es como un hombre armado, demasiado fuerte para ser resistido. Todo esto puede aplicarse a las preocupaciones de nuestras almas. ¡Cuántos aman su dormir de pecado, y sus sueños de felicidad mundana! ¿No procuraremos despertar a los tales? ¿No pondremos diligencia para asegurar nuestra propia salvación?Versículos 12-19. Si los perezosos deben ser condenados, que nada hacen, mucho más los que hacen todo el mal que pueden. Obsérvese cómo se describe a tal hombre: Dice y hace todo astutamente y con intenciones. Su ruina vendrá sin advertencia y sin alivio. Aquí hay ...
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