A partir de una lectura de la Crítica de la razón pura, se mostrará de qué manera Kant piensa el conocimiento a partir de un encuentro entre la sensibilidad y las categorías del entendimiento, lo que supone una fractura entre los fenómenos y los noúmenos. Así, es también una nueva definición de la verdad que surge de la filosofía kantiana.

La filosofía kantiana es fruto de la revolución científica del siglo XVII que se piensa a la luz del racionalismo y del empirismo. Con el fin de precisar el gesto crítico kantiano veremos lo que Kant reprocha a ambas concepciones del conocimiento y de qué manera le opone una filosofía transcendental que se opone a la concepción clásica de la metafísica y de la ontología.

La modernidad se caracteriza por pensar el mundo a la luz de la disponibilidad. La naturaleza, los animales no-humanos o los mismos seres humanos se pueden utilizar. En contra de esta reducción del mundo a un conjunto de objetos, veremos con Rosa que es necesario salvar la categoría de lo indisponible para que se posibilite un encuentro con algo o alguien que no existe a la luz de nuestros intereses. Es a condición de asumir cierta indisponibilidad del mundo que una vida buena es todavía posible.

La solución a la aceleración social y a los problemas que genera no es la desaceleración sino lo que Rosa llama la resonancia, es decir el recuperar cierto tipo de relaciones con el mundo, con las cosas y con los otros. En contra de la lógica moderna que reduce nuestras relaciones a posesiones o apropiaciones, Rosa propone relaciones de resonancia que permiten un verdadero encuentro con las alteridades, es decir un encuentro que modifique nuestra manera de ser.