Hoy abordamos un tema crucial en el eLearning: cómo medir la eficacia del aprendizaje electrónico.

Para justificar cualquier esfuerzo empresarial, los líderes necesitan datos concretos sobre el retorno de la inversión (ROI). Esto implica que los diseñadores instruccionales y gerentes de proyectos deben recopilar, evaluar e informar sobre indicadores clave de rendimiento (KPI) específicos.

Los KPI son esenciales porque vinculan la formación con indicadores de desempeño cuantificables en el lugar de trabajo. Sin embargo, no todos los KPI son iguales en términos de relevancia para una decisión de inversión. Mientras que algunos indicadores como el número de cursos desarrollados y el porcentaje de alumnos que completan los cursos son importantes, no siempre son suficientes para justificar una inversión en eLearning. Los KPI deben ser específicos y relevantes para la industria y la empresa en cuestión.

Hemos identificado 12 KPI clave agrupados en tres segmentos:

1. Indicadores de resultados de desempeño, como el número de pedidos de venta asegurados y el valor de las ventas realizadas.

2. Indicadores de mejora del desempeño, como el tiempo dedicado a la prospección de clientes y la reducción de errores durante el proceso de venta.

3. Indicadores de calidad del desempeño, como la disminución de quejas de los clientes y la reducción del material de desecho.

Para usar estos KPI de manera efectiva, los desarrolladores de contenido de eLearning deben:

- Comprender las brechas que la organización necesita llenar.

- Medir las brechas de desempeño actuales.

- Cuantificar y definir claramente los KPI.

- Crear contenido específico en torno a los KPI.

- Medir e informar sobre los KPI post-capacitación.

Si el contenido de eLearning aborda adecuadamente los KPI definidos, se considerará una buena inversión. La clave es ser realista sobre lo que la capacitación puede lograr y asegurar que tanto el problema como las mejoras sean fácilmente cuantificables.