Hoy en Dando Caña tratamos, las mentiras de la manifestación de la vivienda, la confesión de Raúl Morodo, lo más destacado del 12 de octubre y la trama del PSOE. Abordamos la manifestación que tuvo lugar en Madrid en protesta por los altos precios de los alquileres, organizada por el Sindicato de Inquilinas y apoyada por unos 40 colectivos. El lema de la protesta fue "Bajemos los alquileres. Se acabó ya", y reunieron a numerosas personas que recorrieron la ciudad desde Atocha hasta Cibeles para exigir una solución a la crisis de la vivienda en España. Uno de los principales reclamos fue la dimisión de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez La manifestación estuvo marcada por algunas contradicciones. Por ejemplo, participaron figuras políticas de partidos que forman parte del propio gobierno, como Reyes Maroto, exministra y actual portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, a pesar de que también se exigían a ese mismo gobierno para solucionar el problema. Además, Maroto, quien criticó a los grandes tenedores de vivienda, posee 6 casas. Tratamos la confesión de Raúl Morodo, exembajador de España en Venezuela durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, quien admitió haber cobrado junto a su hijo importantes sumas de dinero de la petrolera estatal venezolana, PDVSA. Según la exclusiva publicada por El Mundo, Morodo admitió que las asesorías que justificaban esos pagos, que ascendían a al menos 4,5 millones de euros, eran ficticias. Este reconocimiento se enmarca en un acuerdo con la Abogacía del Estado en vísperas de su juicio, que busca reducir las penas, especialmente para su hijo, quien enfrenta una condena más severa. Otro aspecto clave fue la posible implicación de otras figuras del Partido Socialista y el impacto que esto podría tener en el caso. También se mencionó a Víctor de Aldama, un personaje central en la trama de corrupción vinculada al caso Koldo, que ha solicitado su libertad alegando que su prisión es una medida de presión para que revele información. Comentamos el Día de la Hispanidad celebrado el sábado, donde el desfile militar se llevó a cabo bajo la lluvia, aunque se canceló el desfile aéreo. Se mencionan los abucheos a Pedro Sánchez, que se han vuelto recurrentes en estos eventos, y la especulación sobre un gesto de la princesa Leonor y el rey Felipe al dar la espalda al presidente durante el desfile. También la presencia de Salvador Illa tras 14 años de ausencia de un jefe del Ejecutivo catalán destaca en estos Posteriormente, se menciona los tradicionales besamanos en el Palacio Real, donde Maite Araluce, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, confrontó a Sánchez por no responder a sus cartas y por su gestión en temas relacionados con los presos de ETA. La intervención genera un debate sobre la paciencia de las víctimas del terrorismo frente a las decisiones del gobierno actual. Se vincula a Pedro Sánchez y su entorno con la trama, sugiriendo que usaron a su esposa como intermediaria. El caso también menciona a Víctor de Aldama y a otras figuras políticas, como Francina Armengol, quienes habrían participado en estas adjudicaciones sin control. Se señala la falta de consecuencias legales a pesar de las recientes revelaciones.
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