¿Por qué volvió el hijo pródigo a la casa de su Padre?

Lucas 15:17-32 La razón por la cual el hijo prodigo volvió a la casa de su papá fue porque el día que tomó la decisión de irse y le pidió a su papá la herencia, el papá en vez de maldecirlo, desearle que le fuera mal, en vez de insultarlo o manipularlo para que no se fuera, el papá lo bendijo y le dio la herencia, y no solo eso, el quedó esperando que algún día regresara. Si el papá lo hubiera maldecido cómo algunos padres hacen, como algunos esposos o esposas hacen cuando la otra persona se quiere ir de la casa o como algunos líderes hacen con sus ovejas, lo más seguro es que ese hijo, ese cónyuge o esa oveja no regresa a casa.

La verdad central de la parábola es “el gozo que sintió aquel hombre por la oveja encontrada”. Nos presenta a un Dios que se pone contento cuando él perdido, vuelve a sus brazos…, por eso hace fiesta, para celebrar al perdido encontrado. Lo que Jesús estaba tratando de enseñar, según esta parábola, Dios, Él Padre anhela que todos vuelvan a su redil”. Eso incluía a los fariseos, los escribas, los publicanos, las prostitutas…, ¡absolutamente todos!

Intencionalmente se busca al PERDIDO hasta que es ENCONTRADO. El ser humano tiene la capacidad de reconocer que está perdido y atrapado, pero es impotente para solucionar por sí mismo su problema espiritual. Solo Jesús puede sacarlo de esta situación.

‭“Oh Señor, por siempre cantaré la grandeza de tu gran amor; por todas las generaciones proclamará mi boca tu fidelidad.”

‭‭Si tienes un corazón agradecido por lo que Dios ha hecho en ti, la respuesta espontánea es cantar y proclamar su amor y su bondad. Como lo hizo Miriam, la hermana de Moisés cuando fueron liberados de los carros de Faraón. Así debe ser nuestro andar diario proclamando al mundo que el es la vida.

Bendiciones, nos vemos pronto

Tú y yo, cuando le entregamos nuestra vida a Jesucristo, fuimos lavados, santificados y justificados, eso implica que tenemos un nuevo dueño, nuestros cuerpos ya no nos pertenecen, son habitaciones que pertenecen a un nuevo dueño, ahora tenemos la obligación para con Dios de utilizar nuestros cuerpos para el servicio y la gloria de él. Antes de pensar en cómo usar nuestros cuerpos debemos considerar a la trinidad: I. CONSIDERAR A DIOS, EL PADRE El sexo fuera del matrimonio es destructivo, mientras que el sexo dentro del matrimonio puede ser creativo y hermoso. Indudablemente hay emoción y placer en la experiencia sexual fuera del matrimonio, pero no hay enriquecimiento. El sexo fuera del matrimonio es como un hombre que roba un banco: obtiene algo, pero no es suyo y un día tendrá que pagar por ello. El sexo dentro del matrimonio puede ser como una persona que coloca dinero en el banco: hay seguridad, protección y ganancia de intereses acumulados. II. CONSIDERAR A DIOS, EL HIJO

Jesucristo nos compró por un precio. Lea el vs. 20, nuestro cuerpo le pertenece a él. Somos un espíritu con el Señor y entregamos nuestros cuerpos como un sacrificio vivo, santo y agradable. Lea Romanos 12:1 III. CONSIDERAR A DIOS, EL ESPÍRITU SANTO ¿Cómo podemos profanar el templo de Dios utilizando nuestro cuerpo para la inmoralidad? Es posible que Pablo aquí no sólo esté describiendo al creyente individual, sino también a la iglesia local. ¿Qué es la iglesia local? es un cuerpo de personas unidas para Jesucristo. La conducta de los miembros individuales afecta la vida espiritual de toda la iglesia. La lección es clara: “¡Glorifiquen a Dios en vuestro cuerpo!” El Espíritu Santo fue dado con el propósito de glorificar a Jesucristo El Espíritu utiliza nuestro cuerpo para glorificarle y engrandecerle a él. Por tal motivo, nuestra relación especial con el Espíritu Santo es una responsabilidad especial. “Sean santos, porque yo soy santo” 1 Pedro 1:6

1 Corintios 5:1-13 La disciplina de la iglesia no es ni fácil ni popular, pero es importante. Si se hace de manera apropiada, Dios puede utilizarla para convencer y restaurar a un creyente que ha errado. ¿Qué debemos hacer cuando sabemos de una situación de pecado? 1. Lamentar el pecado 2. Encarar el pecado 3. Limpiar el pecado

Existe una gran cantidad de cristianos que tienen claro que han sido salvos, sin embargo, no han aprendido a tener comunión con el Espíritu Santo y por lo tanto no gozan de todo ese paquete de bendiciones y capacidades que se nos da como consecuencia de ser llenos de Él.