traveltheworld.es

Miyajima es una de las islas de Japón más famosas del país. La visitan cada año miles de turistas tanto locales como extranjeros. Pero, no os penséis que van buscando, sol, o arena fina, ni tan si quiera playas paradisíacas. Lo que realmente van buscando es su famoso y gigantesco torii flotante, de casi 17 metros de alto y unas 60 toneladas, ahí es nada! Sencillamente, es una obra maestra imponente, construido de madera de cedro y ciprés, muy comunes en todo el país. El torii que vemos actualmente, fue construido en 1875 y es el octavo que se reconstruye desde su originario en 1168. Pero, además de su famoso torii, esta pequeña isla tiene más cosas que ofrecernos, pues la naturaleza que la rodea, tan salvaje y a la vez cuidada, y los rincones que esconden cultura, tradición e historia no faltarán en tu visita a Miyajima. En Puntos de interés os detallaremos muchos de estos lugares

LLegamos a Miyajima tras nuestra visita a Hiroshima. Con la sensibilidad todavía a flor de piel, nos dirigimos a otro de los lugares míticos en Japón, Miyajima y su grandioso torii. Quién no ha visto más de una vez fotos sobre este torii?? Es casi un símbolo del país y no es para menos. Desde el ferry en dirección a la isla, ya se puede contemplar tan majestuoso en la orilla, como si de un faro controlador se tratara. Parece que está plantado para dar la bienvenida a todos los que allí llegan. Y, es que antiguamente, su función era la de proteger la isla de malos espíritus. Hay que aclarar que, la isla oficialmente recibe el nombre de Itsukushima, por la importancia del santuario sintoísta Itsukushima. La relevancia de este santuario es de tal magnitud que se nombró a todo el lugar como tal. Aunque de manera popular y, sobretodo los turistas, siguen llamando a la isla Miyajima.

Nada más llegar a tierra firme, nos esperaban varias decenas de ciervos salvajes. Es genial poder ver estos animales en libertad sin peligro de que nadie les haga daño. Eso sí, se acercarán a tí en busca de algo apetitoso que lleves entre manos, pues son capaces de comerse un mapa, una chaqueta o lo que sea que les llame la atención.

Tras dejar las mochilas en nuestra guest house, que estaba justo en frente de la salida del ferry, nos pusimos en marcha a inspeccionar el terreno. Teníamos poco más de 24 horas para ver la isla, así que no había tiempo que perder. En un día, es más que suficiente para ver la isla y visitar sus templos más famosos. Pasear por los parques naturales que están limpios y bien cuidados, y hacerse varias fotos en el famoso torii. Mucha gente opta por, visitar la isla y regresar por la noche a Hiroshima, pero os aconsejamos pasar noche allí. La tranquilidad del lugar es abrumadora. Parece una ciudad fantasma, iluminada por farolillos y poco más. Hay algunos restaurantes que ofrecen cena, pero cierran pronto, así que más tarde de las 9p.m. la isla se queda en una paz absoluta. Es buena hora para hacerse fotos frente al torii y observar la paz del mar.

A la mañana siguiente, tras desayunar, dimos una última vuelta por la isla y comimos unas ostras en el sitios que nos habían recomendado nuestros amigos Magda y Álvaro. En el apartado Dónde comer os decimos cuál es. Ellos habían estado un par de años atrás y les encantó, así que no podíamos perder la oportunidad de degustarlas.

Nuestra siguiente parada sería Kyoto. Qué ganas le teníamos a esta ciudad!!

Hosted by Ausha. See ausha.co/privacy-policy for more information.