Episodios

  • La industria del "Auténtico yo" (parte 1)
    Jun 20 2024
    El movimiento organizado en torno a los derechos de las personas trans se ha convertido en un verdadero destructor de cuerpos y de mentes. Estar cómodo con el propio cuerpo no es sencillo para casi nadie, pero patologizar ese sentimiento es de una crueldad perversa. Los cuerpos masacrados producto de estas intervenciones se pueden ver y, aunque resulta horroroso, es necesario darse una vuelta por las fotografías y las explicaciones de los procedimientos para comprender la carnicería que se está realizando a plena luz del día bajo la excusa de encontrar el “auténtico yo”. Es muy difícil luchar contra inseguridades y la angustia, pero no se puede eludir el camino de la autoaceptación configurando un experimento de Frankenstein. Nadie cambia a la persona que es, torturando a la propia carne. La pinza que amenaza a las personas vulnerables es cruel, por un lado la industria que promete una imagen imposible, como una noria infinita de promesas y consumo falsario, tratando de convencerlas de que lograrán, a un alto costo, convertirse en quienes son «realmente». Por el otro, el uso político de las disforias como mecanismo de caos simbólico y control social, sosteniendo desde la política que la identidad es algo que se puede fabricar y que la sociedad está obligada a aceptar. Es paradójico que el identitarismo, un bastión de la cultura woke anticapitalista, promueva el desarrollo identitario como estrategia de marketing. Es un lobby peligroso el que le dice a la gente que puede comprar su camino hacia la autoestima. Están convenciendo a una generación de que una horda de mercachifles puede injertar a fuerza de bisturí el orgullo, la paz y la autorrealización a través de aberrantes cirugías. El anticapitalismo woke encontró la manera de industrializar el amor propio. por Karina Mariani
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    16 m
  • Relatores, los cuasimodos de la ONU
    Jun 12 2024
    ¿Por qué el “Sistema ONU” usa a estos Cuasimodos? Porque cada tanto estiran tanto la ventana de Overton que es necesario recalcular. Estos personajes son la vanguardia del sistema, son los que empujan la racionalidad, los que presionan, los que falsean. El “Sistema ONU” los mantiene porque su tarea es fundamental para testear la tensión dentro de las sociedades sobre diversos temas. Operan con el paraguas de los DDHH, eterno legitimador de las barbaridades de ONU, y a no confundirse, no son ni independientes ni ajenos a la institución. Son los Cuasimodos de ONU, dispuestos a todo para que el sistema prevalezca. por Karina Mariani
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    16 m
  • El odio a Eden y la revolución de los Tarados
    May 26 2024
    La Revolución de los Tarados prioriza su deseo de terminar con toda la cultura occidental, aunque esto signifique morir en atentados, apuñalamientos o violaciones masivas y descuartizamientos. No es que no se dan cuenta de que están masacrando a su civilización, es que su ideología así lo demanda. Todo eso ocurre desde hace años en occidente, y sin embargo, en las marchas ondean las banderas de Isis. Realmente prefieren la sharía al legado judeocristiano. Realmente se están abrazando a sus exterminadores. Si triunfa, como venimos viendo, la Revolución de los Tarados, la caída está a la vuelta de la esquina. Nos enfrentamos a un eje de fanatismo suicida con diferentes sucursales dedicadas al ecologismo, al indigenismo, al animalismo, al feminismo, al urbanismo de 15 minutos o a la hormonización de niños, todos uniéndose al islamismo. Nunca se trató de Palestina, ni de Israel, ni de Eurovisión ni de Eden, es una revolución contra la propia casa. Por Karina Mariani
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    13 m
  • Y así es como cayó (casi) mortalmente la derecha
    Apr 12 2024
    Es la condena de todos los votantes de derecha, mientras el radicalismo izquierdista sí respeta la ideología surgida de su reconstrucción del siglo pasado, la derecha la traiciona usando para ello una polarización ideada para evitar el espíritu crítico. Los políticos han aprendido que les basta con abonar el miedo para someter a todo lo demás. Esto explica hasta qué punto los valores de la derecha, que tantos éxitos cosecharon otrora, han sido removidos por una corriente intervencionista, colectivista y autoritaria, que no se permite perder poder y control sobre los ciudadanos. Es interesante preguntarse, si todos quieren impuestos bajos, mercados libres y gobierno acotado, por qué ninguno los aplica. Estamos en un eterno partido de fútbol donde el penal está siempre mal cobrado para los propios, y frente a eso está mal visto pedir, sencillamente, a nuestro equipo que juegue bien. No hay conclusión luminosa para el dilema de Shapiro, pero así es como cae, desde que comenzó el siglo, la derecha. por Karina Mariani
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    13 m
  • Invierno demográfico: Japón como laboratorio
    Apr 11 2024
    Resulta sencillo achacar las culpas a las condiciones económicas. La profesora de economía en la Universidad de Harvard, Claudia Goldin, ganó el Premio Nobel de Economía por estudiar «las brechas de género» pero a contramano de la narrativa falaz acerca de que las mujeres perciben menos dinero que los hombres por el mismo trabajo, fue hacia una explicación que es la base de una corriente mucho más corrosiva que un barato sofisma feminista. Sostuvo que hombres y mujeres tienen ahora niveles iguales de educación y que por lo tanto, el asunto de la desigualdad salarial quedaría zanjado. En cambio, la decisión de las mujeres de ser madres implica que no puedan aceptar trabajos que les impliquen una dedicación completa y exhaustiva y que renuncien, en consecuencia, a aspirar al tope de sus opción laborales por «culpa» de la crianza de los niños. Sin embargo, en sus estudios Goldin describe momentos históricos de alta tasa de natalidad en los cuales las mujeres estaban muy integradas al ámbito laboral. Si bien el trabajo de Goldin desmonta el mito feminista de la opresión salarial, sostiene a su vez que la formación de una estructura social institucionalizada para una procreación responsable, esto es «casarse y tener hijitos» es una forma de sometimiento femenino, a los ojos de la laureada economista. No llama la atención, es más, es en los círculos más educados y pudientes es donde abunda cierta perspectiva «ecológica» y «anticonsumista» que sostiene que tener hijos es una irresponsabilidad social. En consecuencia, la perspectiva económica, como se ve en el caso japonés que posee programas gubernamentales destinados a paliar económicamente el problema, es al menos parcial o está tergiversada. Existe una cuestión cultural que atraviesa la «mente común» de las sociedades que están decreciendo. Pero se trate de tradición, miedo, desconfianza, ideología, economía, hedonismo, aislamiento o cualquier otro diagnóstico o culpa que se quiera enarbolar, la cosa es que es una tendencia en progreso. Un mundo sin niños alrededor de los cuales se organice un sistema de vínculos protectores, eso que habitualmente llamamos «familia», se muere. Esto no es una defensa ética o política de «la familia» o de la «procreación» por cuestiones ideológicas. Es sólo una demostración de lo que ocurre culturalmente por negativizar dichos conceptos y por alejarlos del aspiracional. Es matemática, es biología. Es analizar el virus en el laboratorio, con Japón como el paciente cero. por Karina Mariani
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    15 m
  • Activismo menstrual la nueva locura woke
    Mar 13 2024
    El activismo menstrual ha llegado para quedarse, en breve las plataformas políticas de todos los partidos se sumarán a los debates sobre «la menstruación como hecho político» y el Estado estará obligado a brindar productos de higiene menstrual como un «derecho adquirido». Quienes se opongan serán tratados de fachas y misóginos, y procurar deshacer el desaguisado será una propuesta contraria a la democracia. Empezamos contando la historia en tono de burla, pero se trata de una verdadera tragedia. por Karina Mariani
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    15 m
  • La claudicación británica frente al Islamismo
    Mar 7 2024
    Si el laborismo logra imponer su definición de «islamofobia», y hacia esa ruta van todas las acciones de los últimos días, todas las críticas al islamismo político o militante serán consideradas racistas. Esto significa encubrir la amenaza del islamismo para no enfrentarlo abiertamente, y al mismo tiempo le da aire e impunidad y lo vuelve intocable. Esto es lo que muestra el escándalo del parlamento. Con la excusa de señalar a Anderson como «islamofóbico» silenciaron o matizaron las críticas al verdadero escándalo y en lugar de atacar la violencia en el parlamento, prefirieron rechazar y estigmatizar a los críticos del islamismo. Incluso estuvieron dispuestos a utilizar la ley para intentar silenciar a los críticos. ¿Quiénes son hoy la mayor amenaza en Gran Bretaña? ¿Por qué Rishi Sunak dedicó importantes tramos de su discurso a hablar de la extrema derecha si no venía al caso? No es la extrema derecha la que ha estado perturbando a Gran Bretaña desde el 7 de octubre del año pasado, amenazando a los ciudadanos, destrozando la ciudad e impidiendo que el Parlamento funcione. Estamos ante una clase política que tiene más miedo a ser llamada «islamóbofa» que a recibir amenazas de muerte o ser directamente asesinada. De hecho, ni siquiera se atreven a enfrentar la amenaza que los amenaza. por Karina Marani
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    15 m
  • Pac: La guerra contra los agricultores
    Feb 29 2024
    Las políticas intervencionistas terminan en crisis humanitaria, no hay otro camino. El insostenible plan De la granja a la mesa, tiene una serie de objetivos que son casi un crimen contra la humanidad. Para 2030 (¡ay, ese numerito!), prevé la reducción de la mitad de los fitosanitarios (¡imaginemos si para el 2030 debiéramos reducir el 50% de la medicina que garantiza nuestra salud!), además de reducir el 20% de los fertilizantes químicos y del 50% de la venta de antibióticos para los animales de criadero (sí, quieren que los animales no se curen). Un estudio del Departamento de la Agricultura de Estados Unidos (USDA) considera que los planes De la granja a la mesa y Biodiversidad provocarían una reducción brutal de la producción agrícola europea. De forma gradual o acelerada, el plan es condenar al campo. La excusa puede ser el control de precios, la escasez, la abundancia, el frío, el calor, las especies en peligro, las políticas verdes o cualquier otra cosa que surja, la cuestión es mantenerse a flote en el poder. La batalla está planteada y el hambre siempre sirve como arma. Casualmente en el momento en el que la humanidad produce tanta comida como para alimentar a todos los que existimos, la oligarquía le declara la guerra a los que nos alimentan. por Karina Mariani
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    14 m