Pasan cosas raras en nuestro fútbol. En apenas quince días hemos consumido el primer mes del calendario. Una rápida secuencia de cuatro partidos donde los entrenadores se han visto obligados a rotar y a capacitar a casi todo su plantel porque las enfermerías se han llenado más rápido que las gradas. Imagínense el panorama en el Real Madrid con el parte médico que afecta a Ceballos, Tchouameni y Mendy, que se unen a Camavinga, Bellingham y Alaba.

Eso es raro, y lo de los árbitros, claro, que sigue siendo un misterio sin resolver pese a sus notables esfuerzos por pasar desapercibidos aprovechando el buen humor que se supone que aún tiene el aficionado con el verano sin concluir.

El caso es que en el Madrid, penaltis al margen, siguen sin explicarse cómo es posible que únicamente el Udinese, Unión Berlín y Bochum, de entre los equipos de las grandes ligas europeas, soporten un balance negativo en el capítulo de las tarjetas. Es decir, a los rivales en su conjunto los amonestan menos que a los blancos. El dato, admiración máxima por el que haya perdido el tiempo en buscarlo, contrasta con la situación del Barcelona que representa justo lo contrario. Sus contrincantes en estas cuatro primeras jornadas han sido amonestados hasta en trece ocasiones, registro que nadie alcanza en el póker de ligas continentales.

Me cuesta mucho afirmar que esta anomalía estadística explique la tabla clasificatoria, pero desde luego echa por tierra la teoría del trato de favor para con el Real Madrid. Escuchar a Díaz de Mera rogar a Pezzolano que su equipo no cometa faltas y que se limite a hacer faltitas tampoco ayuda a crear el clima de confianza necesario en estos tiempos negreiros donde la credibilidad del gremio está en entredicho.

Los árbitros hablan mucho. Demasiado. Se pasan medio partido explicando cosas que los jugadores deberían saber y ofrecen la imagen de sentirse tan presionados que necesitan actuaciones preventivas que eviten situaciones embarazosas como el fuera de juego previo al penalti de Rui Silva sobre Vinicius. Pues eso. Faltitas, tarjetitas, datitos y relatitos.

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