Los seres humanos tenemos una capacidad innata para sentir y expresar la compasión. El estrés diario, las preocupaciones y el modo que tenemos de vida, pueden limitar la expresión plena de esta capacidad.
En nuestra mano se encuentra poder desarrollar este instinto compasivo y recuperarlo de nuevo, sólo necesitamos cultivarlo como se cultiva una planta, con cariño, con las herramientas adecuadas, con paciencia y en un ambiente propicio.
El cultivo de la compasión puede incrementar favorablemente tu estado de salud, tu bienestar y felicidad. Así mismo, reducirás el estrés, combatirás la depresión y sentirás mayor conexión con los otros.
Practica esta meditación cada día y encontrarás rápidamente resultados positivos que te ayudarán en tu relación contigo mismo y con los demás.
Esta meditación va dirigida a cualquier persona que quiera desarrollar la compasión hacia si mismo y hacia los demás. No requiere de experiencia anterior en meditación.
Aprenderás a focalizar la mente, una habilidad básica y necesaria para cualquier tipo de ejercicio contemplativo. Cultivarás el amor y la compasión hacia un ser querido, que es la "semilla" del amor y la compasión hacia los demás. Trabajarás el amor y la compasión hacia uno mismo. Desarrollarás la empatía y la compasión hacia los otros. Y finalmente, practicarás la compasión activa, que implica desarrollar la estabilidad interna y el coraje para acoger el sufrimiento de los demás y ofrecer la propia felicidad.
Comienza con esta primera práctica y descubre sus poderosos beneficios.