Un alma en Cristo https://unalmaencristo.my.canva.site/redessociales

🎧 Audio 55

📕 Libro II Un alma en Cristo

7 de marzo de 1990

𝕃𝕠𝕤 𝕚𝕞𝕡𝕖𝕕𝕚𝕞𝕖𝕟𝕥𝕠𝕤 𝕖𝕟 𝕖𝕝 𝕔𝕒𝕞𝕚𝕟𝕠

Yo le pedía a la Voz por una señora que quería ser del Grupo pero que sólo ha podido salir un día. No encuentra más que impedimentos… tantos, que piensa que quizás éste no sea su camino. Me ha pedido le pregunte al Señor. ¿Qué puedo contestar?

Hija mía, tú no has de contestar nada, Yo se lo diré. Está pasando unos momentos difíciles, en los cuales se pregunta qué quiero de ella. ¿Cómo es que, si le pido que camine, le pongo impedimentos? Pobre pequeña mía. No sabe que la llevo en mis brazos y que la sostengo con mi amor.

Hija mía T: Quiero que pertenezcas al Grupo de María Auxiliadora. Te quiero en él porque necesito obreros para Mi viña y porque el Grupo recibirá muchas gracias. Es un grupo formado por mi Divina Voluntad y donde todos vais de la mano de mi Santa Madre. Ella es la cabeza del Grupo y está al frente de él.
Sé que no entiendes cómo pongo tantas trabas cuando es tan urgente que caminéis y trabajéis para Mí. Pero Yo sé lo que os hace falta para santificaros y os pongo a prueba para ver hasta dónde llegáis. Con las pruebas, no sólo se fortalece el alma, sino que os dais cuenta que soy Yo. Seguirme no es tarea fácil; nada que conduzca a Mí lo es. Mírame en la Cruz. ¡Cuántos impedimentos encontré en mi camino, hija mía! Y seguí, seguí adelante con la mirada fija en el Padre, de quién lo esperaba todo. Mi misión era dar a conocer su gloria y su amor.

Yo sé, hija mía, cuánto me amas y cuán dispuesta estás a seguirme. Sé todo lo que siente tu pequeño corazón.
Sé de tus sufrimientos. El de ahora te tortura el alma, aunque tu mente te diga que Yo estoy contigo. Tu alma de madre sufre, y Yo, Jesús, te digo: Ten paz, entrégame todo lo tuyo, como ya lo haces; espera en Mí con plena confianza. Dame tus sufrimientos, que Yo los quiero. Con ellos puedo salvar otras ovejas que andan perdidas y necesitan de almas entregadas a Mí.

No sufras más, ten plena confianza y verás mi luz. Dirás: «Él es el que viene a dar la paz a mi alma». Ven, pequeña mía, ven a Mí. Mis brazos están extendidos para abrazarte y sostenerte. Alégrate de pertenecer al Todopoderoso, ante el cual toda rodilla debe doblarse y que os ama tanto. Espera en Mí.

Grupo María Auxiliadora (1990). Un alma en Cristo Libro II