Episodios

  • Cumplir la pura voluntad de Dios
    Jul 25 2024

    Cumplir la pura voluntad de Dios

    María vive tan enteramente en Dios que siempre sabe lo que Él quiere de ella y nada le resulta más fácil que cumplir la pura voluntad de Dios, incluso cuando se le exige algo difícil y amargo. Y no solo su actuar exterior tiene este carácter, sino claramente también su consentimiento interior que siempre fluye de su permanente disponibilidad.

    Fin de la cita.

    «María vive tan enteramente en Dios», allí está la clave de todo. Dios es su centro y su periferia y su todo, la envuelve por completo, no hay espacio para otra cosa, no, Él es todo. Y en esta vivencia compartida, Dios no le esconde sus intenciones y su voluntad, estas le son manifiestas. […]

    Consentir cuando se pide algo difícil y amargo

    Y no solo el actuar exterior de María tiene este carácter, sino claramente también su consentimiento interior que siempre fluye de su permanente disponibilidad.

    Después de haber dicho que el consentimiento de María en hacer la voluntad de Dios se verá también «cuando se le exige algo difícil y amargo», el comentario se centra sobre el interior de María.

    De hecho, si observamos bien, lo «difícil y amargo» puede ser también algo interior y no solo exterior. Nos hemos habituado a ver la obediencia como una respuesta exterior a una petición interior de Dios o exterior del superior o de nuestro próximo, amigo, colega, marido o mujer. Pero puede ser que lo que se nos pide de «difícil y amargo» sea algo interior, sea perseverar en medio de un sufrimiento invisible para los demás. […]

    La permanente disponibilidad

    Pero, y aquí está el elemento sorprendente que nos propone Adrienne, este consentimiento no es algo que uno da de una vez por todas, no es algo estático por así decirlo, sino que tiene una base dinámica, o en movimiento si preferimos: «fluye de su permanente disponibilidad». […]

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    9 m
  • Dios da forma: la elección del estado de vida
    Jul 18 2024

    Dios da forma: la elección del estado de vida

    Dios mismo resuelve y allana todo lo que es aparentemente embrollado, da forma a cada situación de la vida de un modo tan claro y tan grande que siempre queda, es verdad, un resto de misterio, pero nunca un enigma angustioso.

    Fin de la cita.

    Cabe recordar, lo que hemos comentado la semana pasada: hemos tenido la humildad de entregar todo nuestro embrollo al director espiritual, al confesor, y Dios mismo nos ha respondido resolviendo y allanando. Pero Él no se para allí, Él nos ha creado para algo único y grande, algo que solo nosotros podemos hacer. […]

    Dios da forma de manera clara y grande

    Y finalmente Dios «da forma» a cada situación de la vida de un modo «claro y grande». Él forma como solo Dios puede formar, Él es Luz, es claridad infinita y lo que Él forma recibe esta luz que no se acaba porque participa de Su propia Luz, una luz que es también Amor y plan de salvación para el mundo.

    (S) Pero esta forma es también «grande» porque Dios no es simplemente «grande», como si pudiéramos fijar una dimensión al Infinito; no, Él es el «siempre más grande», con lo cual, Él sí puede dar forma a algo grande en nuestras vidas, y podremos estar seguros de que esta grandeza participará de su «siempre más», que finalmente tiene que ver con su esencia, su insondabilidad de Dios trinitario que es eterno intercambio de amor entre las tres Personas.

    Nuestra misión participa del misterio de Dios

    Dios da forma a cada situación de la vida de un modo tan claro y tan grande que siempre queda, es verdad, un resto de misterio, pero nunca un enigma angustioso.

    Fin de la cita.

    Hemos acabado de hablar de un Dios que da forma a nuestras situaciones. Nos hemos abierto y Él ha podido intervenir en nuestras vidas y nuestros seres. Nos ha revelado si somos llamados o no, ha confirmado nuestro estado de vida, nos ha fortalecido en ello, y todo esto abriéndonos a su naturaleza divina inabarcable, a su «siempre más». Ahora bien, ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué significa haber sido partícipes de una chispa de lo que Dios es? […]

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    9 m
  • Dios lo resuelve y allana todo
    Jul 11 2024

    Dios lo resuelve y allana todo

    Dios le es tan cercano que Él mismo aporta la respuesta simple y llana a cada pregunta, Él mismo resuelve y allana todo lo que es aparentemente embrollado, da forma a cada situación de la vida de un modo tan claro y tan grande que siempre queda, es verdad, un resto de misterio, pero nunca un enigma angustioso.

    Fin de la cita.

    En estas palabras, que nos han acompañado la semana pasada, vemos que Dios, no sólo responde, sino que «resuelve y allana ». Es decir que cuando nosotros estamos a disposición de Dios, cuando le dejamos tocar nuestra pregunta, nuestras complicaciones, Él no se limita a responder de forma externa, sino que “entra en materia”, ya que nosotros le hemos dado acceso, y lo resuelve y allana todo, es decir lo transforma en algo que va en el sentido de su voluntad. […]

    La entrega de lo embrollado en la confesión

    Esta actitud de Dios, la podemos ver también expresada en el don de los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola. Allí también tenemos la posibilidad de ofrecer lo embrollado y complejo de nuestra vida (bajo la forma, por ejemplo, de la apertura de toda nuestra existencia al director, lo que, en el caso de pecado, se traduce en confesión). […]

    Dios resuelve lo aparentemente embrollado

    Dios … resuelve y allana todo lo que es aparentemente embrollado

    Hasta ahora, habíamos hablado de lo embrollado, como si fuera algo real, algo que solo podíamos entregar como un todo a Dios, para que Él lo acogiera en sus ministros, en sus sacerdotes, para que Él lo resolviera y allanara. Y en cierta manera es así, lo embrollado ha cobrado realidad en nuestras vidas y a nuestros ojos.

    Ahora vemos un aspecto que se nos había escapado. Dios en realidad allana y resuelve lo aparentemente embrollado. Así que, vemos que la complejidad, a menudo, no está en la realidad misma, sino que somos nosotros los que la percibimos y hasta la producimos así.

    […]

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    9 m
  • Dios mismo lo allana todo
    Jul 4 2024

    El alma de María es simple por la cercanía de Dios

    [El alma de la Madre es completamente simple. Todas las preguntas y todas las respuestas forman en ella una unidad. Su esencia es indivisible.] Pero su alma no es tan puramente simple por ella misma, sino por la cercanía de Dios. Una cercanía que siempre, de nuevo, le permite donarse de tal modo que todo lo que es múltiple, complejo e incomprensible es asumido por Dios mismo.

    Fin de la cita.

    Ya hemos visto que el alma de la Madre es completamente simple, hemos hablado de su unidad y de la indivisibilidad de su esencia que también nos habla de la importancia que tiene la persona en su integridad en el cristianismo. […]

    Todo lo múltiple y complejo es asumido por Dios

    Acabamos de oír:

    «Pero su alma no es tan puramente simple por ella misma, sino por la cercanía de Dios. Una cercanía que siempre de nuevo le permite donarse de tal modo que todo lo que es múltiple, complejo e incomprensible es asumido por Dios mismo.»

    Fin de la cita.

    María está completamente abandonada a Dios, es verdad, pero esta perfección conlleva una consecuencia sorprendente. No solo ella quiere entregarlo todo, también lo «múltiple, complejo e incomprensible», sino que es Dios mismo Quien lo asume. […]

    Dios mismo lo allana todo

    Dios le es tan cercano que Él mismo aporta la respuesta simple y llana a cada pregunta, Él mismo resuelve y allana todo lo que es aparentemente embrollado, da forma a cada situación de la vida de un modo tan claro y tan grande que siempre queda, es verdad, un resto de misterio, pero nunca un enigma angustioso.

    Fin de la cita.

    Dios mismo asume la multiplicidad, la complejidad, la incomprensibilidad en la vida de María, sus preguntas y sus anhelos, pero no se queda solamente ahí, no, como un alfarero frente al arcilla que se abandona a sus manos, empieza a trabajar esta materia compleja esta materia enrollada, esta materia incomprensible. […]

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    9 m
  • El alma de la Madre es completamente simple
    Jun 27 2024

    El alma de la Madre es completamente simple

    El alma de la Madre es completamente simple. Todas las preguntas y todas las respuestas forman en ella una unidad. Su esencia es indivisible.

    Fin de la cita.

    Sí, si nos hemos fijado, el texto de hoy nos habla de la simplicidad y esa simplicidad, es lo que caracteriza a la Madre y también a su relación con Dios y consigo misma. […]

    La sencillez como unidad entre pregunta y respuesta

    Acabamos de leer que «Todas las preguntas y todas las respuestas forman en ella una unidad.»

    Es decir, en ella no hay disociación entre las preguntas que surgen y las respuestas que llegan. Esto es un aspecto muy importante del alma de María y en el cual nos detendremos un momento más. María no se queda con preguntas que absorben y llenan toda su alma, sino que estas preguntas están totalmente abiertas a respuestas. […]

    La esencia de la Madre es indivisible

    Fin de la cita.

    El hecho de que en María las preguntas y las respuestas formen una unidad pasa a una afirmación que nos puede dejar a primera vista sorprendidos.

    Se nos dice que la esencia de María es indivisible.

    La esencia, como sabemos, es un término filosófico utilizado desde los albores de la filosofía en el mundo griego. La esencia nos habla de la naturaleza o cualidad fundamental, de lo que hace que algo sea lo que es. La esencia del ser humano nos hace pensar a su núcleo, a lo que lo define. […]

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    10 m
  • La apertura y expansión de Dios hacia el mundo
    Jun 20 2024

    La apertura trinitaria hacia el mundo

    Pronunciando la palabra: «Hágase en mí según tu palabra», la Madre recibe el misterio de manos de la Trinidad para dárselo al Hijo. El Hijo devuelve la palabra a la Trinidad, restituyendo al Padre en el Espíritu todo lo que tiene. Y después que el Padre la ha vuelto a recibir, es repartida a la humanidad en la expansión profusa y sobreabundante de la eucaristía y del Espíritu Santo.

    Fin de la cita.

    El Hijo, como acabamos de escuchar, el Hijo que no tiene pecado, que es Dios, puede restituir inmediatamente la palabra «hágase de mí según tu palabra» recibida de la Madre, al Padre. Esta actitud de apertura hacia el Padre es lo que caracteriza las relaciones trinitarias: todo lo que posee una Persona es comunicado a las otras. […]

    La expansión profusa y sobreabundante de Dios hacia el mundo

    Nuestro Dios, el Dios trinitario no es un Dios lejano que vive en su mundo inalcanzable sin necesitar nada de nosotros, autosuficiente, impasible. No, Él es todo lo contrario, quiere recibir de las criaturas, porque tal es su propia naturaleza, puro intercambio de Amor en el Espíritu Santo. Es más, «Dios es amor» como nos revela Juan en su Primera carta (1 Jn 4, 16). […]

    El don de la eucaristía y del Espíritu Santo

    Estos dones son como el mismo Dios, profusos y sobreabundantes, pero, como acabamos de ver, además ahora, después que el Hijo ha resucitado y está a la derecha del Padre con su humanidad transfigurada, son dones divino-humanos.

    Podemos ver más lo humano, si queremos, en la Eucaristía que lleva el cuerpo y la sangre del Ser humano generado por María, llevando al mismo tiempo Cristo-Dios indiviso. […]

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    9 m
  • Un fruto inesperado
    Jun 13 2024

    Las dos fuentes de la mirada

    La semana pasada terminamos mostrando cómo la respuesta cristiana al círculo cerrado de una mirada que juzga es una vida dada a Dios, entregada a Él. Y abandonándonos a Él, todo lo demás se pone en su sitio.

    Ahora bien, no decimos que la consecuencia de todo esto es que el niño deje de cometer siempre el mismo error, pero los padres que ahora lo miran con los ojos por los cuales ellos mismos se saben mirados, los ojos de un Padre amoroso […]

    La mirada central y la mirada periférica

    Ahora bien, hay seguramente otros caminos abiertos a los padres que tienen un niño que siempre falla en lo mismo.

    Sin dejar de ver el error, ellos podrían trasladar el error, por así decirlo, en sus miradas, a la periferia. Y esto, si me permitís el atrevimiento, no es simplemente un ejercicio exterior que nada tiene que ver con la realidad de la persona, sino que corresponde a su verdad más profunda […]

    Un fruto inesperado

    Y aquí llegamos, a un fruto casi inesperado, milagroso, de todo el recorrido que hemos andado en estas semanas.

    El punto de partida era un «problema» que los padres querían solucionar.

    Pero nos hemos dado cuenta de que el supuesto «problema», ha sido una oportunidad de gracia para interrogarse sobre la propia actitud de los padres:

    ¿El origen de su mirada viene de Dios?

    ¿Su deseo de hacer que el niño se porte mejor, viene de Dios y de su plan de amor o de ellos mismos?

    Y finalmente: ¿Ellos mismos corresponden al amor de su Padre celestial?

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    9 m
  • La mirada que juzga y la mirada de Dios
    Jun 6 2024

    Los efectos de la mirada que juzga en el prójimo

    La semana pasada vimos los efectos de la mirada que juzga en aquel que juzga. Vimos cómo esta mirada lo transforma en una persona dura y presuntuosa, que, a su vez, modela el exterior a su imagen.

    Y efectivamente, esta «deformación» del sujeto que juzga no se limita a él mismo, sino que alcanza y tiene un poder transformador también sobre la persona juzgada, el niño de nuestro ejemplo.

    Y ese es el aspecto que vamos a ver ahora. […]

    El «fijarse», la «impresión» y la «expresión» en el próximo

    Los efectos de tal mirada sobre el niño o el prójimo podrían ser los siguientes:

    El «fijarse» en el fallo o pecado

    Lo primero, que alcanza al niño o al próximo es como una atmósfera de juicio, seguido por palabras o actos de juicio. Él, como lo habían hecho también sus padres, va a «fijarse» en su fallo, su atención está acaparada por ello.

    Y esto es bastante fácil de entender. Cuando nosotros mismos especialmente en los primeros años nos vemos repetir continuamente algo sobre un fallo nuestro, nuestra atención está cautivada por nuestro vicio o error. Al mismo tiempo no queremos hacerlo, pero en nuestro interior se nos recuerda continuamente el vicio o error cada vez que caemos en ello. […]

    La mirada de Dios

    Este círculo de pecado solo puede ser roto, o abierto por el amor. Solo el hombre que se sabe profundamente amado pase lo que pase puede abandonarse a ese amor con todo su ser.

    En esto se entiende la palabra misteriosa del Señor: «Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra» Mt 5,39.

    Esto claramente presupone que nosotros, que ofrecemos también la otra mejilla, estemos totalmente abandonados y disponibles para ese Amor más grande que nos es donado por Dios por medio de su Hijo.

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    9 m