• NEGOCIO FAMILIAR

  • Jul 8 2024
  • Duración: 2 m
  • Podcast

  • Resumen

  • Lee Génesis 30:25–43

    Un amigo mío cercano trabaja en una gran empresa familiar. Cuando murió el padre que inició el negocio, los tres hermanos discutieron sobre quién estaba a cargo y cuánto poseía cada uno. Actualmente, los hermanos están envueltos en juicios entre sí. Las familias pueden ser bastante complicadas. Pero cuando se combinan las decisiones financieras y de liderazgo que conlleva una empresa, los resultados pueden ser devastadores.

    Después del nacimiento de José, Jacob anhelaba regresar a la tierra de Canaán (v. 25). Jacob creyó en la promesa de Dios de que él y sus descendientes heredarían Canaán. Sabía que pertenecía allí. Sin embargo, le resultaría más difícil dejar la casa de su tío que dejar a sus padres. Ahora tenía una familia numerosa que mantener. El problema era que no poseía nada. Había trabajado durante catorce años para pagar el precio por Raquel y Lea. Bajo su cuidado, los rebaños de Labán habían florecido (vv. 29–30). Labán se había enriquecido gracias a la mano de bendición de Dios sobre Jacob (v. 27). Pero nada de esta riqueza le pertenecía a Jacob.

    Entonces, Jacob propuso un plan según el cual recibiría compensación por su trabajo. Todas las ovejas y cabras moteadas y manchadas de los rebaños que él cuidaba serían eliminadas (v. 32). Cualquier oveja o cabra moteada o manchada que naciera le pertenecería como salario. Como la mayoría de las ovejas eran blancas y la mayoría de las cabras eran negras, a Labán le pareció un buen plan. Tanto Jacob como Labán intentaron sacar lo mejor del otro. Labán había engañado a Jacob para que se casara con Lea. Esta vez Jacob tuvo la ventaja. A través de algunas prácticas de apareamiento bastante extrañas, pudo criar numerosos animales fuertes, dejando a Labán con los rebaños más débiles (v. 42). Aquí seguimos viendo a Dios trabajando, bendiciendo a Jacob y mostrándose fiel a Sus promesas a pesar de las difíciles circunstancias familiares.

    • ¿Por qué Jacob quería dejar a Labán? ¿Estaba justificada la reacción de Labán? ¿Por qué sí, o por qué no? ¿Cómo guarda Dios Su promesa a través de estos dos hombres imperfectos?

    Ora con nosotros

    Señor, gracias por el ánimo que nos das en la lectura de hoy. Todos, como Jacob, enfrentamos circunstancias familiares desafiantes, pero a pesar de todo, Tus promesas se cumplirán y Tu propósito para nuestras vidas se cumplirá.

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