Ponerse violento

By: Fredrick Schmidt

Narrated by: Virtual Voice

Length: 54 mins

Publisher's summary

Ya no confío en USPS, y la organización ha llegado a la cima de mi lista de las ramas más corruptas y atrasadas del gobierno de los Estados Unidos. Ser robado nunca es divertido, pero ser abordado verbalmente por un ajustador de seguros de USPS y hacer que un empleado de alto nivel de la oficina del Director General de Correos le diga que miles de millones de dólares al año en mercancías se roban anualmente de las instalaciones de USPS es inquietante, por decirlo de alguna manera. menos. Estos artículos son, por supuesto, empleados de USPS saqueados, y los supervisores y otros altos directivos los pasan por alto por completo porque también roban. USPS no es responsable ante nadie porque es una rama del gobierno de los Estados Unidos, y estoy seguro de que hay millones de personas que tratan con esta organización anualmente en situaciones como la mía. Estoy seguro de que todos los que lean esto considerarían que un sistema postal honesto es una necesidad para una democracia que funcione bien. Me di por vencido, como tantos antes que yo, y he llegado a la conclusión de que Estados Unidos se está desmantelando lentamente. Mi experiencia es una metáfora de una mayor erosión de la fe en el gobierno de los Estados Unidos, y es bastante triste. Puedo sentir empatía con los empleados postales que se enojaron al llevar paquetes para las personas que estaban cobrando cheques de estímulo mientras el resto de la nación se sentaba en casa durante las vacaciones de COVID19 viendo reposiciones de sus programas de televisión y películas favoritos mientras se embolsaba dinero gratis del Gobierno Federal. . Sin embargo, robar está mal y tenemos derecho a tener fe en nuestro sistema postal. El karma es algo interesante, y la única señal de esperanza que veo para todos los empleados federales es disolver todas sus cuentas de jubilación a través de la inflación. Parece que la Reserva Federal probablemente hará justicia a todos los ciudadanos estadounidenses, incluidos nuestros hermanos infieles en USPS, y aunque será difícil para nosotros, disfrutaré de la pobreza con una sonrisa en mi rostro sabiendo que todos los idiotas que trabajan en los Estados Unidos ¡El Servicio Postal de los Estados también vivirá en la nueva República de Weimar!