El mundo no siempre está preparado para entender las diferencias. Las personas con autismo y sus familias enfrentan diariamente barreras invisibles, desde entornos que no están adaptados a sus necesidades hasta una sociedad que aún no sabe cómo interactuar con ellos. Esta realidad puede hacer que el día a día se convierta en un desafío constante.

Es frustrante sentir que, a pesar del esfuerzo, los espacios públicos y privados no están pensados para todos. El estrés de saber que una simple visita al supermercado o una salida al parque puede convertirse en una experiencia incómoda y agotadora para tus seres queridos puede ser abrumador. La falta de sensibilidad y de adaptaciones apropiadas genera una sensación de exclusión que afecta tanto a las personas neurodivergentes como a sus familias.

En esta entrevista, Alberto Gutiérrez, presidente de Autism Friendly Club, nos comparte cómo su proyecto está creando entornos respetuosos y seguros para las personas con autismo. Su enfoque en adaptar espacios y educar a las personas que los gestionan es clave para transformar el mundo en un lugar más accesible para todos. Si buscas una solución que permita a tu familia disfrutar de su entorno sin limitaciones, Autism Friendly Club está marcando el camino hacia ese cambio.