Episodios

  • INSTRUMENTOS PARA LA GLORIA DE DIOS.
    Jul 25 2024

    INSTRUMENTOS PARA LA GLORIA DE DIOS.
    ROMANOS 6:12 No permitan que el pecado controle la manera en que viven; no caigan ante los deseos pecaminosos. 13 No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios. 14 El pecado ya no es más su amo, porque ustedes ya no viven bajo las exigencias de la ley. En cambio, viven en la libertad de la gracia de Dios. NTV.
    Desde el momento que el pecado ingresó a este mundo, ha tomado el control de la vida de todos los hombres, y los ha hecho sus esclavos. Por eso toda la humanidad lo obedece y cumplen con cada uno de sus caprichos. Esta obediencia al pecado, separa al hombre más y más de su Creador, porque la voluntad del pecado se contrapone a la voluntad de Dios para la vida de todas sus criaturas. Dios en su amor y misericordia por sus criaturas, le proveyó de un Libertador para que les libere de la esclavitud del pecado. Esta liberación del poder del pecado se hizo posible gracias al sacrificio de Jesucristo en el madero. Ahora toda la humanidad puede encontrar la libertad, pero obtener esa libertad primero tiene que aceptar el sacrificio realizado por el Unigénito Hijo de Dios. Una vez que las personas alcanzan la redención, son revestidos con el poder de Jesucristo para que puedan resistir al control que quiera ejercer el pecado en sus vidas.
    Cuando una persona acepta a Jesucristo como su Señor y Salvador, el pecado no abandona al redimido, sino que permanece muy cerca para tratar de esclavizarlo nuevamente y tenerlo bajo sus dominios. Para tratar de cumplir con este propósito, el pecado le presenta toda clase de placeres que ofrece este mundo, para ver si alguno de ellos le hace caer nuevamente en sus redes y así mantenerle bajo su esclavitud. Ante este control que quiera ejercer nuevamente el pecado en la vida de los hijos de Dios, los redimidos por la preciosa sangre de Jesucristo tienen que ser fuertes, y no dejarse atraer de ninguno de los placeres que ofrece el pecado, tampoco deben permitir que alguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir de alguna manera al pecado. Pues si se deja atraer de alguno de los placeres de este mundo, nuevamente el pecado tomara el control absoluto de la vida del redimido y lo mantendrá bajo su esclavitud para que sea condenado en el final de los tiempos conjuntamente con todas las personas que están bajo la esclavitud del pecado.
    Por nada del mundo, el creyente debe permitir que el pecado nuevamente tome el control de su vida, ni mucho menos ser utilizado por el pecado como armas o instrumentos de iniquidad para hacer tropezar a otros creyentes, en su lugar, los creyentes deben permitir que Dios gobierne totalmente su vida, ya que su vida le pertenece a Él, por haberles rescatado del dominio del pecado. Porque antes de ser liberados, estaban muertos no físicamente sino espiritualmente, pero ahora tienen una vida nueva en Cristo Jesús. Loa creyentes deben usar todo su cuerpo como un instrumento para honrar y glorificar el santo nombre de Dios. Además, deben compartir el evangelio de la salvación con todas las personas de su alrededor. Al vivir de esta manera como a Dios le encanta, el creyente no permitirá que el pecado tome nuevamente el control de su vida, ya que su vida estará bajo el control de Dios y vivirá eternamente bajo la libertad de la gracia del único Dios verdadero, el único sabio Dios que da salvación y vida eterna a todos los que acepten el sacrificio que su amado Hijo Cristo Jesus realizo en la cruz del calvario, por amor a toda la humanidad.
    Queridos hermanos. Ahora que hemos alcanzado la redención y la vida eterna en el reino de los cielos, por nada del mundo debemos permitir que el pecado nuevamente tome el control de nuestras vidas, y menos aún que trate de utilizar nuestro cuerpo como un instrumento de iniquidad a su servicio.

    Más Menos
    6 m
  • RECONCILIADOS CON DIOS
    Jul 23 2024

    RECONCILIADOS CON DIOS
    ROMANOS 5:7 Ahora bien, casi nadie se ofrecería a morir por una persona honrada, aunque tal vez alguien podría estar dispuesto a dar su vida por una persona extraordinariamente buena. 8 Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores. 9 Y, como se nos declaró justos a los ojos de Dios por la sangre de Cristo, con toda seguridad él nos salvará de la condenación de Dios. 10 Pues, como nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la muerte de su Hijo cuando todavía éramos sus enemigos, con toda seguridad seremos salvos por la vida de su Hijo. 11 Así que ahora podemos alegrarnos por nuestra nueva y maravillosa relación con Dios gracias a que nuestro Señor Jesucristo nos hizo amigos de Dios. NTV.
    Para el común de los hombres, su vida le es de gran valor, por eso, un gran número de hombres, anhela vivir por toda la eternidad en este mundo, disfrutando de los placeres que le ofrece. Por este anhelo de vivir eternamente, no se le pasa por la mente entregar su preciosa vida por una persona malvada e indigna. Por ejemplo, no moriría por un asesino, un ladrón, un estafador, un adicto, un adúltero o un gángster. Incluso le costaría mucho entregar su preciosa vida por una persona justa, honrada, honorable y fiable, pero no especialmente cálido. Es posible que en un caso extremo estuviese dispuesto a morir por un hombre extremadamente bueno, que haya hecho algo de gran valor por su vida, por su familia o por la sociedad humana. Por alguien con quien se haya encariñado o lo ame profundamente. Pero en contraste a los hombres, Dios amó profundamente a la humanidad malvada y pecadora, por eso ofreció a Su amado Hijo Cristo Jesús para que entregara Su preciosa vida en el madero por ellos. Este acto de amor divino fue singular y sin paralelo en nada que hubiese existido en la experiencia humana.
    La justificación divina a los pecados de los hombres por medio del sacrificio de Jesucristo, es una realidad presente que no solamente proporciona las inapreciables bendiciones de la paz, el gozo y la esperanza aún en medio del sufrimiento, sino que sus efectos se extienden al futuro. Debido a sus múltiples pecados, el hombre es declarado enemigo de Dios y sentenciado a una eternidad de sufrimiento, pero pese a esa enemistad, Dios mostró su inmensa misericordia y solucionó este conflicto de enemistad con el hombre, por eso envió a Su amado Hijo a este mundo para reconciliar al pecador con Él. Gracias a la obra redentora de Jesucristo, toda persona que acepta esta redención, vuelve a tener vida en Cristo Jesús y es justificado de absolutamente todos sus pecados. Ahora libre de todo pecado, el hombre redimido tiene paz con Dios y tiene la posibilidad de vivir eternamente en el reino de los cielos.
    Dios envió a Jesucristo a este mundo para que muriera por la humanidad, no porque hayan sido buenos, ni tampoco porque hayan hecho algún mérito, sino porque los amó profundamente y quería que vivan junto a Él eternamente en el reino de los cielos. El amor del Padre celestial por la humanidad, también estuvo en el corazón del Hijo. Este maravilloso y profundo amor le motivó a entregar voluntariamente su preciosa vida en el madero y así toda la humanidad pueda alcanzar la reconciliación con Su amoroso Padre Celestial. Este amor por la humanidad perversa y pecadora, no solo quedó en eso, sino que también hizo que el Señor enviara al Espíritu Santo para que viva en el interior de cada redimido y lo guiara cada día en el camino de la salvación y la vida eterna. Gracias al inmenso amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, el redimido puede vivir alegre porque ya no es enemigo de Dios santo, sino que ahora disfruta de una íntima amistad con su bendito Creador.
    Queridos hermanos. Dios es un ser santo, razón por la cual no se asocia con el pecado. Todos los seres humanos son pecadores y por lo tanto están enemistados con Dios y separados de su gloria. Además, cada pecado merece un justo castigo.

    Más Menos
    6 m
  • JUSTIFICACIÓN SOLO POR FE
    Jul 22 2024

    JUSTIFICACIÓN SOLO POR FE
    ROMANOS 4:20 Abraham siempre creyó la promesa de Dios sin vacilar. De hecho, su fe se fortaleció aún más y así le dio gloria a Dios. 21 Abraham estaba plenamente convencido de que Dios es poderoso para cumplir todo lo que promete. 22 Y, debido a su fe, Dios lo consideró justo. 23 Y el hecho de que Dios lo considerara justo no fue sólo para beneficio de Abraham, sino que quedó escrito 24 también para nuestro beneficio, porque nos asegura que Dios nos considerará justos a nosotros también si creemos en él, quien levantó de los muertos a Jesús nuestro Señor. 25 Él fue entregado a la muerte por causa de nuestros pecados, y resucitado para hacernos justos a los ojos de Dios. NTV.
    Toda persona que lee o estudia las Sagradas Escrituras, se encuentra con una serie de promesas hechas por el eterno Creador para la humanidad. Pero pese a que leen o estudian esas promesas, no todos los lectores o estudiosos de las Escrituras creen que Dios va cumplir con esas promesas en sus vidas. En el corazón de los hombres siempre existe la duda de que Dios cumpla con sus promesas. Estas dudas en cuanto al cumplimiento de las promesas de Dios, no solo son de las personas inconversas, sino también de las personas que tienen años y años de haber aceptado a Cristo como su Señor y Salvador. En contraste a un gran número de personas inconversas y creyentes, Abraham no dudó en las promesas que le hizo Dios. El patriarca de la nación hebrea, creyó fervientemente en las palabras de su Dios y esperó el cumplimiento de esas promesas, teniendo la plena seguridad de que en cualquier momento, Dios cumpliría con cada una de sus promesas para su vida.
    En su espera del cumplimiento de las promesas de Dios, Abraham nunca vaciló, sino que permaneció firme en su fe en Dios y el cumplimiento de sus promesas. La vida del patriarca estuvo marcada con errores, pecados y fallas, así como con sabiduría y bondad, pero siempre confió en Dios. La vida de Abraham es un ejemplo de fe en acción. Si hubiera puesto los ojos en sus recursos para sojuzgar Canaán y fundar una nación tal como Dios le había prometido, hubiera caído en la desesperación y nunca hubiese recibido las promesas de Dios. Pero Abraham al no ver el cumplimiento de las promesas de Dios de manera inmediata, no se desesperó, más bien puso sus ojos en Dios, le obedeció y esperó a que Él cumpliera su palabra a Su debido tiempo.
    Gracias a su confianza férrea en Dios y sus promesas, el patriarca de la nación hebrea fue declarado justo ante los ojos de Dios, pero esta bendición no quedaba restringida únicamente al patriarca. Esta misma manera de recibir la justicia y con ella la vida eterna funciona para todas las personas que aceptan a Jesucristo como Su Señor y Salvador. La razón por la que esta justicia les puede ser acreditada a todo aquel que acepta al Unigénito Hijo de Dios, está en que el objeto apropiado de la fe del creyente es Aquel que levantó de los muertos a Jesús, su salvador y redentor. Para que la humanidad pecadora alcance la justicia de Dios, Cristo fue entregado en manos de hombres pecadores por las trasgresiones de toda la humanidad, debido a que habían pecado y merecían la muerte. Sin embargo, en vez de exigir la aniquilación de toda la humanidad, Dios envió a su Hijo Jesucristo a la tierra para que llevara la vida perfecta que la humanidad no podía vivir y sufriera la muerte que debería haber sufrido la humanidad. Con su vida de perfecta santidad, obtuvo la justicia para toda la humanidad y con su muerte en el madero pagó por sus pecados. En Cristo, Dios ve ahora a todos los que aceptan a Su amado Hijo como justos; en Cristo todos los redimidos son justificados absolutamente de todos sus pecados pasados, presentes y futuros.
    Queridos hermanos. Cuando las personas aceptan a Cristo en su corazón, ocurre un cambio interno. Los nuevos redimidos entregan a Jesucristo sus pecados y Él les otorga Su justicia, y la absolución de todos sus pecados. No hay nada en el mundo que las personas puedan hacer para ganarse la justicia divina.

    Más Menos
    6 m
  • ROMANOS .DECLARADOS JUSTOS EN CRISTO
    Jul 18 2024

    DECLARADOS JUSTOS EN CRISTO
    ROMANOS 3. 3:20 Pues nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos. 21 Pero ahora, tal como se prometió tiempo atrás en los escritos de Moisés y de los profetas, Dios nos ha mostrado cómo podemos ser justos ante él sin cumplir con las exigencias de la ley. 22 Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere. 25 Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las personas son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su vida al derramar su sangre. Ese sacrificio muestra que Dios actuó con justicia cuando se contuvo y no castigó a los que pecaron en el pasado. NTV.
    Por hacer algunas buenas obras en favor de los más necesitados de la sociedad humana, algunas personas llegan a creer que son realmente justas delante de Dios y merecen entrar al reino de los cielos para morar eternamente junto a Él. Otras personas creen que son justas al cumplir rigurosamente con las leyes dadas por el eterno Creador al pueblo escogido en el período del Antiguo Testamento. En el presente, ninguna persona puede ser declarada justa delante de Dios por cumplir con las leyes del Antiguo Testamento, ni tampoco por hacer buenas obras en favor de su prójimo. La única manera de ser declarados justos en la presencia de Dios Padre es por medio de la fe en su amado Hijo Cristo Jesús, Quien entregó su vida en el madero.
    Toda persona es pecadora, y un pecador no puede estar en la presencia de un Dios santo, Por eso para que una persona esté en Su presencia, primero debe ser justificado absolutamente de todos sus pecados. Tanto las buenas obras como el cumplimiento de la ley del Antiguo Testamento no pueden justificar a las personas de sus pecados, por eso ninguna persona por el cumplimiento de estas prácticas, podrá alcanzar el reino de los cielos. Solamente es posible adquirir esta justificación a los pecados por medio de la gracia de un Dios que ama profundamente a la humanidad, y le justifica gratuitamente sus pecados, como regalo de su amor mediante la fe en Su amado Hijo Cristo Jesús. A este intercambio, mediante el cual Dios borra absolutamente la culpa de los pecados del hombre, y los hace merecedores de la justicia de Su amado Hijo, se le llama justificación.
    Sin la fe en el sacrificio realizado por Jesucristo, ninguna persona puede ser declarada justa delante de Dios, debido a que nadie en sus propias fuerzas o acciones puede obtener ningún mérito para alcanzar la justificación a sus pecados. El hombre pecador no puede hacer nada que le agrade a Dios y que sirva como base para que el Señor los recompense. Las acciones de los hombres pecadores no tienen la justicia que vale ante los ojos del Padre eterno. Esta justicia únicamente Dios la da al hombre pecador por medio de la fe en Jesucristo. Por tanto: La fe, es la total confianza en el Señor Jesucristo viviente como el único salvador propio del pecado y la única esperanza del hombre para acceder al reino de los cielos.
    La justificación de los pecados por medio del sacrificio del Unigénito Hijo de Dios, fue profetizado por Moisés y los profetas que le precedieron en la proclamación del mensaje de Dios al pueblo escogido. En la actualidad, la justificación, no está reservada para una genealogía específica, sino que está disponible para toda la humanidad. Por eso toda persona que ponga su fe en el sacrificio realizado por Jesucristo en la cruz del calvario, podrá alcanzar la justificación a sus pecados, la liberación de toda condenación y la posibilidad de vivir eternamente en el reino de los cielos junto al amoroso Padre Celestial.
    Queridos amigos. Queda claro que ninguna persona por hacer buenas obras o por cumplir rigurosamente las leyes del Antiguo Testamento, podrá alcanzar la justificación a sus pecados, sino únicamente por la fe en el Unigénito Hijo de Dios.

    Más Menos
    6 m
  • ROMANOS 2. EL JUSTO JUICIO DE DIOS
    Jul 16 2024

    EL JUSTO JUICIO DE DIOS
    ROMANOS 2:5 … se acerca el día de la ira, en el cual se manifestará el justo juicio de Dios. 6 Él juzgará a cada uno según lo que haya hecho. 7 Dará vida eterna a los que siguen haciendo el bien, pues de esa manera demuestran que buscan la gloria, el honor y la inmortalidad que Dios ofrece. 8 Pero derramará su ira y enojo sobre los que viven para sí mismos, los que se niegan a obedecer la verdad y, en cambio, viven entregados a la maldad. 9 Habrá aflicción y angustia para todos los que siguen haciendo lo malo, para los judíos primero y también para los gentiles. 11 Pues Dios no muestra favoritismo. NTV.
    Es un hecho evidente que en los tribunales de justicia de las naciones del mundo, se muestra preferencia o favoritismos al momento de dictar un veredicto o una sentencia. En los tribunales, los magistrados favorecen a las personas de buena apariencia física, a los millonarios, a los influyentes y altos funcionarios del gobierno y del estado. En contraste a los magistrados humanos, el eterno Creador no muestra favoritismos por nadie al momento de juzgar a los hombres. Este justo juicio de Dios, está más cerca de lo que la humanidad piensa y espera. En aquel día, Dios juzgará a cada persona por sus acciones y sin ninguna clase de favoritismos, sea que el individuo pertenezca a la descendencia judía, o a la descendencia de los gentiles. Absolutamente todos los hombres serán juzgados con la misma vara.
    El juicio de Dios sobre este mundo es eminente, y ninguna persona podrá escaparse de esta terrible ira Divina. La sentencia final de este juicio dependerá de las acciones que los hombres hayan hecho mientras estuvieron con vida sobre este mundo. Las personas que se esforzaron por realizar buenas obras, y vivieron en obediencia conforme a la voluntad de Dios, recibirán la recompensa de la vida eterna en el reino de los cielos, y no solo eso, sino que también serán coherederos de la gracia conjuntamente con Jesucristo. Todas estas recompensas son gracias a que ellos en completa sumisión a su Creador, se apartaron de los placeres de este mundo, demostrando que su amor y devoción a Dios sobrepasaba a los deseos e impulsos de su carne.
    Pero la realidad final de los insensatos, no será igual a la de las personas que viven en obediencia a Dios, pues ellos en vez de ser recompensados con la vida eterna en el reino de los cielos, serán sentenciados a vivir eternamente en el lago de fuego junto a satanás y todos sus secuaces, pues ellos en vez de buscar la gloria, el honor y la inmortalidad que Dios ofrece gratuitamente, buscaron satisfacer los deseos perversos de su naturaleza carnal. Con este estilo de vida pecaminoso, las personas insensatas se niegan a obedecer la verdad que se encuentra manifestada en las páginas de las Sagradas Escrituras. Todas estas personas serán juzgados con severidad en el final de los tiempos. En aquel terrible día, su alegría será cambiada por tristeza, llanto y dolor por toda la eternidad.
    Toda la humanidad será juzgada con la misma vara, sin importar si pertenecen a la descendencia judía o a la descendencia gentil, porque delante de Dios, todas las personas son iguales, y, por ende, Él no muestra favoritismos al momento de recompensarlos o sentenciarlos. Todo dependerá de las acciones que hayan hecho las personas en este mundo, porque Dios en su justicia, busca y recompensa las acciones que fluyen de un corazón lleno de fe y de confianza en lo que el Hijo de Dios ha hecho. Pero el Señor rechaza y castiga a todo aquel que ha despreciado su gracia en Cristo y pretende permanecer ante él con base en sus méritos personales. El juicio sobre la base de la fe, que se muestra en acción, es la norma fijada por Dios para su trato con cada uno, sea judío o gentil. Esto es así, “porque para Dios no hay acepción de personas”.

    Más Menos
    6 m
  • LA REVELACIÓN DE DIOS
    Jul 11 2024
    LA REVELACIÓN DE DIOS Ronanos 1:18 Pero Dios muestra su ira desde el cielo contra todos los que son pecadores y perversos, que detienen la verdad con su perversión. 19 Ellos conocen la verdad acerca de Dios, porque él se la ha hecho evidente. 20 Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios. NTV. En el presente al igual que en el pasado, muchos falsos maestros de las Sagradas Escrituras van por el mundo enseñando que Dios en su gran amor y misericordia por la humanidad, en el final de los tiempos, no destruirá a la humanidad injusta y pecadora, sino que los perdonará pese a que no haya mostrado un genuino arrepentimiento de sus pecados, ni hayan aceptado a su amado Hijo Cristo Jesús, como su Señor y Salvador. Esta clase de enseñanzas son erróneas, ya que van en contra de todas las enseñanzas que se encuentran a lo largo de las Escrituras. Al estudiar el Antiguo Testamento, podemos ver claramente que Dios pese a su gran amor por su pueblo escogido, los tuvo que disciplinar una y otra vez, cuando ellos se rebelaron contra Él, y se comportaron al igual que las naciones que no lo conocían. En su disciplina, Dios arrasó con todo el reino hebreo, dejándolo en una ruina total. Si Dios juzgó con severidad a su pueblo amado en el pasado, ¿que nos puede hacer pensar que Dios perdonará en el final de los tiempos a los hombres que rechacen aceptar la verdad del evangelio y prefieran vivir en el pecado? .Para que no exista ninguna clase de dudas acerca del juicio de Dios en el final de los tiempos, el Apóstol Pablo expone claramente que Dios está airado con todas las personas que practican el pecado y rechazan voluntariamente el evangelio que puede darles vida eterna en el reino de los cielos. La verdad del evangelio nunca ha estado oculta para la humanidad, sino que siempre ha estado a la vista de todos, pero los hombres en vez de aceptar esta verdad y seguirlas, han preferido ignorarla y seguir sus vidas al margen de la verdad, cometiendo toda clase de pecados detestados por el único Dios verdadero. Dios desde un inicio, ha revelado la verdad de Su evangelio a través de la naturaleza creada a pesar de que este testimonio se ha distorsionado con la caída del hombre. El pecado de Adán motivó que la maldición divina cayera sobre la naturaleza. Los espinos y los cardos fueron los resultados inmediatos, y desde entonces y hasta nuestros días los desastres naturales han sido comunes. Si la revelación de la verdad del evangelio en la naturaleza creada no fuese suficiente para que la humanidad crea en Dios, Dios mismo escribió en el corazón de los hombres un conocimiento natural sobre Él y su infinito poder. Pese a este conocimiento de la verdad del evangelio revelada en la naturaleza creada y escrita en su corazón, los hombres voluntariamente rechazan este conocimiento básico de Dios y prefieren ignorala por completo. De esta manera, siguen sus vidas de pecado como si nunca hubiesen conocido la verdad del evangelio. Por este rechazo a la verdad del evangelio, Dios está airado con la humanidad pecadora, además porque no puede tolerar el pecado debido a que su naturaleza es moralmente perfecta. No puede pasar por alto ni condonar una rebelión tan deliberada. Dios quiere quitar el pecado y restaurar al pecador, y puede hacerlo en la medida que el pecador no distorsione ni rechace la verdad con obstinación. Pero su ira se revela contra los que persisten en pecar. De ninguna manera los hombres deben ir tras una fantasía en vez de ir tras el verdadero y único Dios. No debe despreciar la verdad acerca de Él por proteger su propio estilo de vida, pues si lo hace, recibirá la justa ira de Dios sobre su vida.
    Más Menos
    6 m
  • HECHOS 28. FE Y CONFIANZA EN DIOS
    Jul 9 2024
    FE Y CONFIANZA EN DIOS HECHOS 28:11 Tres meses después del naufragio, zarpamos en otro barco, que había pasado el invierno en la isla; era un barco de Alejandría que tenía como figura de proa a los dioses gemelos. 12 Hicimos la primera parada en Siracusa … 13 De allí navegamos hasta Regio… al día siguiente, navegamos por la costa hasta Poteoli. 14 Allí encontramos a algunos creyentes, quienes nos invitaron a pasar una semana con ellos. Y así llegamos a Roma. 15 Los hermanos de Roma se habían enterado de nuestra inminente llegada, y salieron hasta el Foro por el Camino Apio para recibirnos… Cuando Pablo los vio, se animó y dio gracias a Dios. 16 Una vez que llegamos a Roma, a Pablo se le permitió hospedarse en un alojamiento privado, aunque estaba bajo la custodia de un soldado. NTV. Las situaciones adversas que llegan a la vida de los seguidores de Cristo, no son eternas, sino que son pasajeras. Algunas situaciones adversas pueden durar un poco de tiempo para llegar a solucionarse, pero habrán otras que pueden durar un poco más de tiempo en solucionarse, todo dependerá de los propósitos que tenga Dios con esas adversidades en la vida de sus hijos. En medio de las adversidades, los creyentes tienen que tener la certeza de que las adversidades que les sobrevino, en algún momento desaparecerán, y serán cambiadas por bendiciones. Mientras ese día llegue, los creyentes tienen que mantener su confianza en Dios, y perseverar en oración tal como lo hizo el apóstol Pablo a lo largo de ser aprisionado por Roma. El apóstol Pablo durante su ministerio, tuvo que atravesar por un sinfín de situaciones adversas. Fue golpeado, insultado, acusado falsamente y aprisionado sin que haya cargos en su contra. Pero pese a todas estas situaciones adversas, nunca perdió su fe y confianza en el Señor, sino que se aferró a Él y al cumplimiento de sus promesas para su vida. Mientras esperaba que las adversidades desaparezcan de su vida, perseveraba en oración, y cuando tenía oportunidad compartía su fe en Jesucristo con las personas que estaban a su alrededor. Esta fe y confianza en el Señor no desapareció, aun cuando el barco en el que era llevado para que sea juzgado en roma por el emperador, naufragó. Aun en esta situación, siguió confiando en el Señor, esperando pronto alcanzar la libertad para seguir adelante proclamando el evangelio del reino de los cielos. Tras tres meses de naufragio, la comitiva que llevaba a Pablo para que sea juzgado, continuó su travesía hacia Roma en un barco de Alejandría. Su primera parada antes de llegar a Roma fue el puerto de Siracusa donde se quedaron por tres días, de allí navegaron hasta el puerto de Regio, al día siguiente, navegaron por la costa hasta Poteoli. En ese puerto, algunos creyentes les invitaron a pasar una semana con ellos y desde ese puerto finalmente llegaron a Roma. En toda esta travesía, Dios había cuidado del apóstol Pablo y de todos los que viajaban junto a él. De esta manera, el Señor cumplió su promesa de que lo llevaría ileso ante el César para que reciba un juicio justo y sin ninguna clase de perjuicio. Cuando Pablo llegó a Roma, un gran número de Creyentes salió a recibirlo, y por esta cálida acogida el apóstol dio gracias a Dios por medio de una oración. Además de esta cálida bienvenida de parte de los creyentes, el siervo del único Dios verdadero no fue aprisionado en un calabozo, sino que le dieron libertad para que se hospede en un alojamiento privado, debido a que una parte de las autoridades romanas, sabían que Pablo no era un criminal peligroso ni un revolucionario; por otra parte, él había apelado a César y debía permanecer en prisión hasta que fuera el día de la audiencia en la corte. Por tanto, permaneció en arresto domiciliario, en una casa alquilada por él con ese propósito. Éste fue un arreglo mucho mejor que el estar en la prisión común o en un calabozo. Queridos hermanos. Posiblemente nunca experimentemos las penurias por la que atravesó el apóstol Pablo por cumplir la
    Más Menos
    6 m
  • HECHOS 27. CONSEJOS DE DIOS
    Jul 8 2024
    CONSEJOS DE DIOS HECHOS 27:21 … Finalmente, Pablo reunió a la tripulación y le dijo: «Señores, ustedes debieran haberme escuchado al principio y no haber salido de Creta. Así se hubieran evitado todos estos daños y pérdidas. 22 ¡Pero anímense! Ninguno de ustedes perderá la vida, aunque el barco se hundirá. 23 Pues anoche un ángel del Dios a quien pertenezco y a quien sirvo estuvo a mi lado 24 y dijo: “¡Pablo, no temas, porque ciertamente serás juzgado ante el César! Además, Dios, en su bondad, ha concedido protección a todos los que navegan contigo”. 25 Así que, ¡anímense! Pues yo le creo a Dios. Sucederá tal como él lo dijo. NTV. Escuchar los consejos, ciertamente es difícil para la mayoría de personas, debido a que cada persona anhela hacer su voluntad. Por eso al no escuchar los sabios consejos y hacer su voluntad, las personas se enfrascan en graves y terribles problemas que pudieron haberse evitado, este fue el caso del capitán del barco y el oficial a cargo de los prisioneros. El apóstol Pablo bajo la dirección de Dios, aconsejó al oficial a cargo de los prisioneros que no zarparan del puerto hasta que pase definitivamente la tormenta y las olas del mar estén en completa calma, pero el oficial no atendió a las palabras de Pablo y prefirió escuchar al capitán del navío, quien le había asegurado que nada les pasaría durante su travesía a Roma, ya que la tormenta era pasajera. El oficial prefiriendo las palabras del capitán del navío, ordenó a la tripulación zarpar con dirección a Roma. Conforme avanzaba el navío, las olas del mar cada vez más se embravecían debido a que la tormenta se intensificaba cada vez más. Esta creciente de las olas, batían al barco de un lado al otro, dando la sensación entre los tripulantes, los oficiales romanos y los presos, de que en algún momento el barco se viraría y ellos morirían ahogados en la profundidad del mar. Esta terrible situación, causó ansiedad y malestar en todos los que estaban a bordo del navío, lo cual también les había impedido comer por largo tiempo, pues durante todo este tiempo, habían trabajado incansablemente para salvar el navío y así también salvaguardar sus vidas. Ante la desesperanza reinante en los rostros de todos los que estaban a bordo del navío, Pablo se puso en pie en medio de ellos y les dio a conocer que todas las penurias por las que estaban atravesando, él ya lo había anunciado con anterioridad a los que estaban a cargo del navío, pero esto lo dijo no con las intenciones de hacerles sentir mal o miserables a ellos, sino para que la próxima vez, creyeran en cada una de sus palabras, ya que los concejos que les daba, no provenían directamente de su mente, sino que provenían directamente del único Dios verdadero a quien servía con pasión y dedicación. Una vez que Pablo obtuvo la atención de todos, les dio un mensaje de esperanza de parte de Dios. Les aseguró que aunque la nave se perdería, no habría pérdidas humanas entre ellos, sino que todos se salvarían. y esto sería una realidad, ya que había recibido esta visión de parte del único Dios verdadero a quien servía. Pues aquella noche, un ángel del Señor se le había presentado, asegurándole que comparecería ante César en Roma tal como lo había solicitado. Por medio de esta visión, Dios le había prometido a Pablo que no solo iba a resguardar su vida, sino también la vida de todos los que estaban abordo en el navío con él. Ante el peligro que corría su vida y la vida de todos los que estaban a bordo del navío, el apóstol Pablo había orado fervientemente por todos ellos, y Dios en su gran amor y misericordia, escuchó la petición de su siervo y le concedió salvaguardar la vida de todos los que estaban junto a él. Queridos hermanos. El oficial por no escuchar los consejos del apóstol Pablo, casi lleva a la muerte a toda una tripulación, pero Dios en su gran amor y misericordia, resguardó la vida de toda la tripulación por causa de su fiel siervo. Ya que Dios le había prometido, que le cuidaría y le llevaría a
    Más Menos
    6 m